“¡Viva San Marcos!” retumba el aire mientras suenan cohetes en el cielo de Adra. El repicar de las campanas se mezcla con el trote de los caballos y el murmullo emocionado de cientos de abderitanos que, ataviados con sus mejores galas, llenan las calles del municipio.

Este 25 de abril, Adra ha vivido por todo lo alto su día grande: la festividad de San Marcos, patrón de los agricultores, una celebración centenaria que late con fuerza en el corazón del pueblo y que desde 2008 es Fiesta de Interés Turístico de Andalucía. Entre devoción, música y tradición, el rojo fue el color que marcó el pulso de la jornada —el rojo de las pañoletas de la Hermandad que ondeaban en cada cuello, de los adornos que engalanaban a los caballos y del fervor que se sentía en el ambiente—.

El emotivo pregón de José Antonio Piqueras, presentado por Ginés Ginés, abrió el alma de la fiesta este jueves: “San Marcos es mi día, mi fiesta, la que he vivido desde que nací… San Marcos es una cuestión de sangre, porque San Marcos nos corre por ella”. Con estas palabras llenas de sentimiento, Piqueras encendió la chispa de una jornada que fue alegría, emoción y recuerdo.

Y entonces ocurrió: la puerta grande de la Iglesia Parroquial de la Inmaculada se abrió, y San Marcos salió al encuentro de su gente. Lágrimas, aplausos, miradas al cielo y ese grito unánime que lo envuelve todo: “¡Viva San Marcos!”. A cada paso de la imagen, nuevas ovaciones, nuevas promesas y nuevas emociones. En esta galería te mostramos los instantes que hicieron de esta celebración un día inolvidable. Porque San Marcos no se explica… San Marcos se siente.