Hasta bien entrado el siglo XX, la vida religiosa de Roquetas de Mar cabía en una sola iglesia parroquial: la de Nuestra Señora del Rosario, en el centro histórico. A su alrededor, unas cuantas ermitas daban servicio a barriadas dispersas: la Ermita de la Virgen del Carmen en Aguadulce, la de la Santa Cruz en la calle Juan Bonachera, la de Salinas Viejas, la de San Antonio en Cortijos de Marín y la de las Ánimas en Los Parrales.

Pero desde los años 70, algo cambió. Como recoge el historiador roquetero Juan Miguel Galdeano en su Trabajo de Fin de Grado en la Universidad de Almería, “Patrimonio histórico, artístico y paisajístico de Roquetas de Mar (Almería). Evolución y estado actual”, el crecimiento urbano del municipio empujó a la Iglesia a adaptarse a nuevos tiempos y espacios. Nuevos barrios, nuevas comunidades y, con ellos, nuevas iglesias.

La expansión comenzó con iniciativas modestas: salones parroquiales improvisados en locales, bajos de edificios o estructuras temporales. Pero pronto dieron paso a templos de mayor entidad. En la Urbanización de Roquetas, en 1972, se levantó la Capilla de la Virgen de los Vientos, proyectada por Fernando Cassinello y Jesús Martínez Durbán. Es un templo singular, al aire libre, con una arquitectura mínima y abierta al paisaje.

En Aguadulce, la vieja ermita de los años 20 fue reemplazada entre 1977 y 1982 por la nueva Iglesia de la Virgen del Carmen, un edificio que también acoge actividades culturales, fruto de un acuerdo con el Ministerio de Cultura. Su planta se organiza en torno a un cuarto de círculo, con graderíos y una cripta decorada por un mosaico de Luis Cañadas.

Según recoge Galdeano en su TFG, en las 200 Viviendas, se habilitó primero un salón parroquial bajo un bloque de pisos, que sería reemplazado en 2004 por la moderna Iglesia de San Juan Bautista, un edificio de líneas sobrias, hormigón visto y luz filtrada que, pese a su discreción exterior, recibió el Premio Arco 2004-2005.

En El Puerto de Roquetas, ocurrió algo similar. Primero, un salón parroquial provisional. Luego, en 2009, se inauguró la Iglesia de Santa Ana y San Joaquín, luminosa y de gran altura, diseñada por Dolores Victoria Ruiz Garrido y Juan José Ruiz Martín. Este templo presenta una planta irregular, bancos en forma de abanico, y capillas inicialmente dedicadas a la Virgen del Carmen, Santa Ana y el Cristo del Mar. Su luz natural y geometría variable la convierten en un hito contemporáneo.

Cortijos de Marín también contó con un salón parroquial dedicado a San Antonio, manteniendo así la tradición de la antigua ermita del barrio. Aunque más sencillo, incluye un campanario con resonancias del estilo del Instituto Nacional de Colonización.

La Capilla de la Virgen de los Vientos, como también explica Galdeano, no contó desde el inicio con advocación ni imagen, que llegarían en los años 80. Su diseño integra vegetación, asientos blancos y muros de hormigón desnudo: una experiencia litúrgica y paisajística a la vez.

Pero el mapa religioso de Roquetas no se limita al catolicismo. En 2018 se consagró la Iglesia del Bautismo del Señor, de la Iglesia Ortodoxa Rumana, situada en el polígono de La Algaida. Esta iglesia es un referente: el primer templo de nueva planta construido por esta confesión en España. Su interior incluye todos los elementos tradicionales: nártex, nave, iconostasio, santuario, iconografía abundante y una gran cúpula con un Cristo Pantocrátor.

Un crecimiento poblacional imparable

Según el historiador roquetero, esta multiplicación de templos responde a un proceso natural de crecimiento urbano y social. A medida que los barrios crecían, surgía la necesidad de puntos de encuentro espiritual. Algunos de estos templos fueron pensados desde la arquitectura más vanguardista, otros desde la funcionalidad más inmediata, pero todos comparten un mismo propósito: dar respuesta a la comunidad.

Y es que según recoge un informe del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, Roquetas de Mar ha experimentado un crecimiento poblacional impresionante del 115% entre 2001 y 2023, colocándose como uno de los municipios con mayor aumento demográfico de España, solo superado por Tenerife.

Este vertiginoso ascenso en el número de habitantes ha convertido a Roquetas en el segundo municipio más poblado de la provincia de Almería, pasando de los 35.164 habitantes de 1995 a los 112.470 actuales. 

Un fenómeno demográfico que refleja la transformación de Roquetas en una gran ciudad moderna, cuya expansión ha sido impulsada tanto por el sector turístico como por la innovación agrícola, consolidándose como un referente económico y social.

Este crecimiento ha requerido una profunda reconfiguración de los servicios públicos y una renovación de infraestructuras, factores clave que han permitido garantizar el bienestar de una población cada vez más diversa. La expansión de la población ha dado paso a la creación de nuevos barrios, impulsando la construcción de templos religiosos para cubrir las necesidades espirituales de una comunidad en constante cambio, un fenómeno que también se ha reflejado en la edificación de modernos centros de culto a lo largo del municipio.

Así, Roquetas ha pasado de tener una única parroquia a contar con casi veinte templos religiosos en menos de 50 años. Una evolución sorprendente que habla de expansión, diversidad y también de una espiritualidad que se adapta y se reconfigura con el tiempo.