Estreñimiento en niños: ¿cómo se trata?
La pediatra Irene Alías de HLA Mediterráneo te cuenta cómo reaccionar ante esta situación

Ir al baño se convierte en un problema para muchos pequeños.
El estreñimiento es la dificultad para la evacuación normal de heces. Aunque puede deberse a varios trastornos diferentes, en el niño preescolar y escolar, el 90% de los casos se deben a que evitan hacer caca, es decir, retienen voluntariamente las heces.
A veces aparece cuando queremos retirar el pañal por los cambios de rutinas… en otras ocasiones por miedo, dolor, por no querer hacer la deposición en el colegio, o porque están tan distraídos jugando que no quieren perder tiempo en ir al baño.
En todas estas situaciones lo que el niño hace es apretar los músculos de los glúteos para aguantar, el cerebro interpreta esa orden y deja de sentir ganas de ir al baño…
El problema es que todo esto lo único que hace es que se vayan acumulando heces en el recto, cada vez de mayor tamaño, más duras y secas… y cuando el niño intente hacer la deposición, tendrá que hacer mayor esfuerzo, le dolerá, tendrá miedo e intentará evitar esa situación….convirtiéndose así en un círculo vicioso.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma fundamental es que el niño hace caca con menor frecuencia de la habitual. Generalmente se admite el límite de una deposición cada dos días (tres a la semana). Al intentar eliminar las heces duras y de gran tamaño en ocasiones se hacen pequeñas heridas en el ano (llamadas fisuras anales) dolorosas, que empeoran la situación.
Es muy típico en los niños pequeños ver las posturas de retención mientras están jugando: cruzan las piernas, o se quedan muy quietos intentando retener las heces.
¿Cuándo debo consultar?
Una vez que empieza el estreñimiento, no se debe esperar mucho, si han pasado 3-4 días y no ha realizado deposición o le molesta al intentar defecar, es conveniente consultar en el pediatra, ya que cuánto más se prolongue el estreñimiento, más trabajo costará recuperar un hábito intestinal normal.
Si el estreñimiento se acompaña de dolor abdominal, distensión, vómitos, sangre en heces, rechazo de la ingesta…debemos consultar en urgencias para valoración.
¿Cómo se trata?
Lo más importante es evitar el dolor, para que el niño pierda el miedo hacer la deposición y recupere poco a poco su hábito intestinal normal.
• Lo primero es tratar las lesiones anales: si hay alguna fisura, acudir a vuestro pediatra para que os ponga tratamiento y así resolverla cuanto antes.
• Es importante administrar un medicamento que ablande las deposiciones y estimule las ganas de defecar del niño, para evitar que retenga heces, y aunque al iniciar el tratamiento haga alguna deposición, hay que mantenerlo el tiempo que vuestro pediatra os haya indicado para lograr regularizar el tránsito.
• Intentar crear un hábito regular, una rutina. Sentar al niño en el inodoro tras las comidas, aprovechando el reflejo gastro-cólico que favorece la defecación, con tranquilidad, y sin distracciones. Es importante que el niño llegue con los pies al suelo o si no es así, utilizar un banquito.
• Cuando haga una deposición animarlo, felicitándolo, o dándole alguna motivación (puede ser muy útil hacer una tabla para poner pegatinas cada vez que haga una deposición…suele gustarles y funciona muy bien).
• Además se recomienda realizar una dieta rica en fruta, verduras, legumbres, evitar la ingesta excesiva de lácteos y ofrecer líquidos con frecuencia.