La innovación agroalimentaria busca productos sanos y seguros

No pasaba más de media hora desde el comienzo del desayuno cuando José Luis Estrella contó la anécdota de una agricultora que había instalado sensores de precisión en su invernadero. El director general de Hispatec señaló que, pese a la desconfianza inicial de esta mujer,  estos sensores junto con un modelo de predicción meteorológica  consiguieron aumentar su producción y otener el 75% de sus productos como primera categoría comercial.

El caso expuesto por Estrella reveló lo que ya es un secreto a voces en la provincia de Almería: la innovación tecnológica determinará el grado de éxito de un modelo productivo al que aún le queda por recorrer un largo camino en esta materia. Con el objetivo de analizar los retos y oportunidades en esta materia, La Voz de Almería reunió a representantes de la investigación, comercialización, distribución e industria auxiliar de la agricultura almeriense.

Los invitados al evento fueron el investigador en innovación agroalimentaria de la Estación Experimental de Cajamar, Miguel Angel Domene; la directora general del centro tecnológico Tecnova, Carmen Galera; el director general de Hispatec, José Luis Estrella; el director gerente de Luxeapers, Sergio Viñolos; los gerentes de Cuadraspania, Antonio Cuadra y Josephine Cuadra; el gerente de La Gergaleña, Manuel Alarcón; y la responsable de relaciones institucionales de Mercadona, Conchi Parra. El resultado fue un intenso debate, que se prolongó durante más de dos horas, sobre el estado actual y futuro del principal sector productivo de la provincia de Almería.

Invertir en salud
Los ponentes dejaron claro que el modelo productivo hortofrutícola debe experimentar un salto cualitativo en función de las tendencias que rigen el consumo mundial de alimentos. En este sentido, la exigencia de productos más saludables es una de las demandas principales a nivel global debido a que responde a la necesidad estructural de una sociedad que envejece de manera paulatina.

El investigador Miguel Angel Domene se refirió a este hecho como una gran “fuente de oportunidades” para incentivar la innovación en el modelo de producción de frutas y hortalizas en Almería. “Los procesos industriales a menudo devalúan muchas propiedades nutricionales de estos alimentos”, reconoce Domene, que explicó  que la Estación Experimental de Cajamar traaja en conseguir productos procesados que conserven todas sus propiedades iniciales.
 
Trazabilidad
En este sentido, Carmen Galera apostó por la innovación desde las primeras etapas de la producción con el objetivo de conocer a la perfección el producto que cultivamos. Un hecho esencial de cara a una buena comunicación de las virtudes del producto almeriense que se canaliza a través de la trazabilidad, “una de las grandes preocupaciones actuales debido a que el consumidor quiere saber de dónde viene su producto, cómo se ha cultivado, el impacto ambiental que genera su transporte, los recursos energéticos que se han empleado, etc.” La innovación también busca aumentar la seguridad de los productos mediante el progresivo abandono de pesticidas y fertilizantes químicos, además de garantizar la sostenibilidad de los recursos energéticos y la reducción de la huella de carbono.

El ‘Smart Agro’ marca el manejo del cultivo
La tecnología digital basada en los sistemas inteligentes de información y comunicación será la herramienta de confianza del agricultor a la hora de reducir costes y mejorar la producción de su cosecha. El proceso de implantación de este tipo de tecnologías ya ha comenzado, y ejemplos como el que expuso en el desayuno Jose Luis Estrella sugieren que en los próximos años asistiremos a una incorporación masiva de sistemas basados en inteligencia artificial, big data o Internet de las cosas en el campo almeriense.  

Durante el desayuno se puso en evidencia que, a pesar de que el margen unitario de beneficio para cada producto es escaso en la comercialización de frutas y hortalizas, se pueden llevar a cabo procesos tecnológicos que mejoren este ratio de productividad. 

No es casualidad que la producción media del campo almeriense, expresada en kilogramos por metro cuadrado, sea muy inferior a la de zonas productoras, como es el caso de Chile y México, con unas estructuras y un clima similar. En el caso de Holanda, las comparaciones son irresistibles.

Otra de las preocupaciones expresadas en la mesa fue la necesidad de aprovechar las oportunidades que la industria auxiliar almeriense está dejando pasar. La directora general de Tecnova, Carmen Galera, advertía que  “nos estamos quedando atrás; países como Holanda están vendiendo su tecnología agrícola en los países  árabes, donde el clima es similar a Almería por lo que deberiamos ser nosotros los que les demos los productos y servicios que necesiten”.