Las comunidades de regantes del Campo de Níjar han decidido emprender el proceso de constitución de la Junta Central de Usuarios, un órgano de ámbito comarcal en el que estarán representados todos los usuarios de las aguas disponibles para riego en la comarca de Níjar. Con la Junta Central de Usuarios, los regantes quieren llevar a cabo una gestión sostenible de todos los recursos hídricos disponibles, planificar el aprovechamiento de las aguas reutilizadas y desaladas, integrar en un solo órgano a todos los usuarios del agua, unificar los criterios para el reconocimiento de los aprovechamientos de agua de cara a la gestión de los Programas Operativos y, además, planificar la ordenación del territorio actualizando toda la información necesaria.
La dramática situación que viven la mayoría de los pozos de la zona, a consecuencia de la sequía y de la salinización de las escasas aguas subterráneas disponibles, ha provocado que las comunidades de regantes acuerden iniciar la constitución de la Junta Central de Usuarios, cuya puesta en marcha es obligatoria en los acuíferos que se encuentren sobreexplotados, según recoge la Ley de Aguas de Andalucía. Con el apoyo del Ayuntamiento de Níjar, los regantes emprenden unidos la puesta en marcha de una figura de gestión integral de los recursos hídricos que cuenta con reconocimiento legal y que dependerá administrativamente de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, asumiendo la representación en la comarca del órgano de cuenca.
Actualmente, ya existe en Níjar una Comunidad de Usuarios cuyas atribuciones legales se limitan a la gestión del agua desalada. Sin embargo, la figura de la Junta Central, que es de ámbito supracomunitario y tiene rango superior, permitirá albergar en su seno a todos los usuarios de todas las aguas. “Esto brindará la oportunidad histórica de llevar a cabo un esfuerzo colectivo en beneficio del interés general del sector agrícola de la comarca para llevar a cabo la recuperación del acuífero, del mismo modo que se está haciendo en el Poniente almeriense”, destaca el presidente de FERAL, José Antonio Fernández.
Segundo intento
Un trabajo similar se llevó a cabo en la década de 1.990, cuando los regantes y el ayuntamiento nijareño llegaron a constituir una Junta Central de Usuarios que en aquella época no logró finalmente el reconocimiento de la Confederación Hidrográfica del Sur. De hecho, la primera Junta Central de Usuarios de Níjar se constituyó formalmente el 15 de abril de 1.994. Después de más de cinco años de trabajo, el expediente de la Junta Central de Usuarios de Níjar llegó a la Confederación Hidrográfica del Sur en Málaga, donde nunca se tramitó su reconocimiento oficial. “Casi 25 años después, los regantes siguen necesitando un órgano de gestión para planificar el agua de riego en las mejores condiciones posibles y esperamos que ahora la administración competente, que ya es la Junta de Andalucía y no el Gobierno central, nos apoye firmemente en este proceso con el que al final todos salimos ganando y nadie pierde sus derechos”, explica el presidente de la Federación de Regantes de Almería.
Agua desalada más barata
El pasado 7 de marzo entró en vigor la Ley de medidas urgentes para paliar los efectos de la sequía. Dicha Ley establece que el precio del agua desalada en España no podrá superar los 0,30 euros por metro cúbico. Sin embargo, no se tienen noticias ni del cómo ni del cuándo se activará esta medida que depende mucho de la disponibilidad presupuestaria para financiar la diferencia de precio entre lo que contempla la Ley y lo que se paga actualmente, un precio que en algunos casos roza el euro por metro cúbico, que es lo que pagan algunos de los regantes del Bajo Andarax por consumir temporalmente agua de la desaladora de Almería.
FERAL ya ha trasladado a la Presidencia de la Junta de Andalucía y al Ministerio de Agricultura una propuesta para lograr el abaratamiento del precio del agua desalada mediante la incorporación de un nuevo modelo energético en el regadío, basado en el aprovechamiento de las energías renovables. Actualmente, el coste energético supone el 40% del precio del agua desalada. “Proyectos como los que estamos impulsando para desalobrar con energía solar el agua de la Balsa del Sapo en El Ejido demuestran que hay que abandonar el modelo energético actual, que lastra cada vez más la rentabilidad de los productores”, explica el presidente de FERAL.
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