Regantes creen que Rules puede dar agua a Granada y Almería

La Mesa del Agua de Almería ha salido en defensa de los regantes de la costa de Granada en lo que se refiere al uso de las aguas del pantano de Rules. El embalse se construyó en el año 2003 y hasta ahora no se ha ejecutado una parte esencial del proyecto como es la de construir las conducciones que permitan el aprovechamiento de esas aguas en los regadíos granadinos.

El portavoz de la Mesa, José Antonio Fernández, recordaba ayer que esa presa supuso una inversión de 173 millones de euros, pagados con fondos públicos, pero 16 años después siguen sin ejecutarse las obras de las conducciones a las zonas regables de la costa de Granada,  a pesar de estar recogidas en los Presupuestos Generales del Estado en años anteriores, partidas que no se llegaron a invertir en esas obras.

Paso previo
Los regantes almerienses entienden que la culminación de esas obras es un paso esencial para poder abordar el plan de trasvasar las aguas sobrantes de Rules a la agricultura almeriense. Fernández afirma que Almería han prestado apoyo a las reivindicaciones de los regantes granadinos, con los que han mantenido reuniones en los últimos años.

Aclara además que “en ningún momento se ha querido usar el agua a la que tienen derecho los agricultores granadinos, y entendemos que ellos tienen ese derecho a utilizar el agua en primer lugar”. Dicho esto, afirma que “también es cierto que aunque la costa de Granada alcance su máximo desarrollo productivo dentro de unos años, todos los estudios de esa cuenca confirman que seguirá habiendo un excedente anual de unos 50 hectómetros cúbicos de agua que sí podrían aprovecharse en Almería sin perjudicar en nada a nuestros compañeros de Granada”.

La cuestión es que esa posibilidad de trasvasar agua con destino al pantano de Benínar está condicionada por el desarrollo de los proyectos de conducción a la costa granadina, requisito sin el cual no existe tal posibilidad.

Dilaciones
A juicio de la Mesa del Agua, los más de 15 años de retraso en la construcción de las conducciones de riego reflejan “la excesiva contaminación política en la gestión de agua pública”. Añade el portavoz que llevan  años siendo testigos de “cómo los partidos políticos que han gobernado en Madrid y Sevilla se pasan la pelota para no atender las necesidades de los agricultores de Granada, en un claro gesto de irresponsabilidad que pone en juego la viabilidad de la pujante agricultura de esta zona”, y de forma indirecta, impidiendo que se pueda recurrir a la solidaridad entre provincias.