La organización agraria COAG (Coordinadora de Agricultores y Ganaderos) de Almería ha salido a la calle para denunciar la situación 'ruinosa' que está sufriendo el campo debido a los bajos precios. Apuntan directamente a los grandes grupos de distribución, "que han alargado el periodo de importaciones de productos, como el tomate o la sandía, para presionar a la baja los precios de los productos almerienses".
Una paradoja que los productos de primavera, la sandía y el melón, de los que Almería es en estos momentos la única zona de producción europea, no hayan conseguido precios acordes con la demanda. La sandía en concreto se paga estos días en el campo a apenas veinte céntimos, mientras se vende en los establecimientos a cerca de dos euros el kilo, un mil por ciento por encima.
Mala campaña
Pero es que esa situación se extiende a la práctica totalidad de las frutas y hortalizas que producen los agricultores almerienses. Casi ninguna de las hortalizas que se cultivan en la provincia supera en estos momentos los 25 céntimos, "lo que nos coloca irremediablemente en el terreno de las pérdidas, porque los costes de producción oscilan entre los 45 y los 50 céntimos por kilo y todo lo que se pague por debajo supone no cubrir ni los gastos", afirma Andrés Góngora, secretario provincial de Coag.
Unos precios en origen que, según los datos de los que dispone la organización agraria, ya pueden ser considerados como los peores de la última década. "La gran distribución está arruinando los precios, generando un grave problema en las economías de los agricultores y poniendo en peligro la supervivencia de miles de explotaciones familiares", asegura Góngora.
Cómplices
Para la Coag, esos grupos de distribución están encontrando la complicidad de quienes les permiten jugar a su antojo con los precios; apuntan a los gobiernos y a la propia Comisión Europea que, mientras esto ocurre, "o están mirando para otra parte o están favoreciendo los intereses de los grupos fuertes".
Claman por tener la ayuda de esas instituciones que, en teoría, deben velar por el equilibrio de los mercados, cuidar la agricultura europea y adoptar medidas que permitan que el agricultor obtenga una rentabilidad suficiente para poder vivir dignamente de su trabajo.
Elecciones
Para Andrés Góngora es sorprendente que dentro de una semana se celebren las elecciones al Parlamento Europeo "y nadie está hablando de unos comicios que para nosotros son muy importantes porque es en Bruselas donde se deciden las políticas agrícolas, las que afectan a los mercados, a la competencia o a la transparencia de la cadena alimentaria y de los procesos de formación de los precios".
Coag pretende que los diferentes partidos se posicionen y hablen claro sobre sus intenciones, sus propuestas y sus compromisos de prestar apoyo a un sector que afronta tiempos cada vez más difíciles "porque desde hace años sólo vemos una pérdida de rentabilidad en nuestras explotaciones".
Y para mostrar su malestar, un nutrido grupo de agricultores se citó este viernes ante las puertas de la tienda de Lidl en la zona del barrio de Los Ángeles. Allí arrojaron al suelo varios cientos de kilos de frutas y hortalizas, dejaron su mensaje y anunciaron que seguirán con sus protestas. Cuando se retiraron, los viandantes se abalanzaron sobre los productos tirados a las puertas del establecimiento y no dejaron ni rastro.
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