Si hace apenas una década las hortalizas almerienses que se enviaban a los mercados europeos lo hacían casi siempre bajo sospecha de contener plaguicidas, o de estar muy cerca de los límites permitidos, en la actualidad los productores y comercializadores de la provincia 'viven ‘tranquilos’ respecto a ese problema.
No hay más secreto que la generalización del uso de las técnicas de control biológico de las plagas, un modelo que ha arraigado con fuerza en la provincia y que ha supuesto un descenso drástico del uso de productos fitosanitarios en los cultivos.
Prueba del algodón
La mejor prueba de ello son los últimos informes emitidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que coloca a la agricultura española a la cabeza en el cumplimiento de las normas en materia de residuos. El 97 por ciento de las frutas y hortalizas españolas están libres de residuos o sólo con trazas que se encuentran por debajo de los límites máximos permitidos de residuos.
Y si España se ha colocado como el productor europeo que presenta mayores garantías de salubridad, la agricultura almeriense destaca en esos controles por ser la más ‘limpia’ del país y, en consecuencia, la que menos residuos presenta del conjunto de los productores europeos.
Las hortalizas almerienses superan sensiblemente, en esta materia, a las que se producen en países de larga trayectoria en frutas y hortalizas como son Holanda, Francia, Bélgica o Reino Unido, en algunos casos, como el de Holanda, con casi diez puntos por encima de los niveles de residuos almerienses que se aproximan al 100%.
Almería lleva varios años sin alertas sanitarias por residuos, lo que ha generado un aumento de la confianza en las hortalizas de la provincia.
I Love Bichos
El Seminario Técnico Agronómico de Cajamar acogía ayer una jornada sobre control biológico en cultivos de primavera que servía además para presentar una nueva edición de la campaña de Hortiespaña ‘I Love Bichos’, con la que se trata de impulsar la implantación del control biológico de las plagas en la agricultura.
Organizada por Hortiespaña, Coexphal o el IFAPA, la acogida ha sido tan amplia que se tuvo que cambiar la sede de Las Palmerillas al salón de actos de la Casa de Las Mariposas para dar cabida a los asistentes.
El responsable del Departamento de Técnicas de Producción de Coexphal, Jan Van Der Blom, introdujo la jornada afirmando que la lucha biológica es la fórmula más adecuada para asegurar la salud de las plantas, “por varias razones, tanto técnicas como comerciales y ambientales”. A ello se añaden los efectos del cambio climático “que está haciendo que tengamos plagas en épocas en las que antes no se presentaban, incluso en pleno invierno”.
Los últimos avances apuntan hacia generar un entorno natural que permita la presencia de la fauna auxiliar desde setos y vegetación en el entorno de los invernaderos, un sistema que se conoce como ‘agroecología’.
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