Una desaladora marroquí dará más agua que todas las de Almería juntas

Las consecuencias del cambio climático están poniendo en jaque de zonas productoras que precisan el agua para mantener su sector agrario. Es el caso de Almería, donde se arrastra desde hace años un déficit hídrico que obliga a la búsqueda de nuevos recursos para poder seguir regando sus explotaciones, pero no el único.

Marruecos, el mayor productor del continente africano y también la mayor competencia para Almería a la hora de abordar los mercados europeos, está pasando por un grave episodio de sequía, no muy diferente del que padecen los almerienses, pero el Gobierno alauita ha decidido dar un paso al frente para paliar esa escasez que le amenaza.

Para ello ha redoblado su apuesta por la construcción de plantas desaladoras; un empeño que ha llevado al ministro del agua, Nizar Baraka, a anunciar la puesta en marcha de un plan para la instalación de hasta 20 nuevas desaladoras de agua del mar, un plan que tiene como horizonte el año 2030.

No es un objetivo que parta de cero puesto que el país norteafricano lleva ya casi una década trabajando en esa línea y, de hecho, ya está lista la desaladora de Agadir, que está considerada como la mayor planta del mundo. En estos momentos está operativa para la producción de 270.000 metros cúbicos diarios y en breve alcanzará el volumen previsto en el proyecto de 400.000 metros cúbicos diarios, es decir en torno a los  150 hectómetros cúbicos anuales.

Aceleración

Marruecos tiene prisa porque en los últimos años está teniendo que hacer frente a una de las peores sequías de su historia, tanto por falta de lluvias como por el agotamiento de sus reservas de agua en el subsuelo, en muchos casos por la sobreexplotación, algo similar a lo que ha sucedido en Almería.

Esa planta producirá, ella sola, más agua de la que producen anualmente las cinco desaladoras que están en operación en la provincia de Almería, donde apenas se alcanza una capacidad de producción de cien hectómetros cúbicos anuales.

La planta de Agadir, que además tiene un coste energético netamente inferior gracias a la construcción de un parque fotovoltaico, tiene capacidad suficiente para atender a las necesidades de riego de cerca de 14.000 hectáreas, la mayor parte de invernaderos.

Fuerte apuesta

Desde Almería los proyectos que se están desarrollando en el ‘vecino del sur’ se contemplan con una mezcla de preocupación y de cierta envidia “porque el crecimiento de la capacidad de desalación en Marruecos contrasta con la lentitud con la que se están ejecutando los planes en la provincia”, señala el gerente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal), Luis Miguel Fernández.

Una preocupación similar a la que muestra la Federación de Regantes de Almería (FERAL), cuyo presidente, José Antonio Fernández, resalta el avance de los proyectos marroquíes comparado con los escasos avances en los de Almería, desde la recuperación de la desaladora de Villaricos a la incorporación de renovables.