El olivar del futuro se regará con aguas regeneradas

El futuro del sector del olivar en Andalucía va irremediablemente ligado al riego mediante recursos no convencionales, un nuevo camino para aprovechar hasta la última gota de agua del territorio. En el contexto de una agricultura cada vez más sostenible, la asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, Feragua, lidera el proyecto Reutivar 2.0, que hace unas semanas arrancó las pruebas de campo.

En esta nueva etapa, Feragua quiere obtener resultados relevantes para la aplicación de las aguas regeneradas en el riego del olivar y la posibilidad de darle un uso seguro desde el punto de vista del medio ambiente, la salud humana y la sanidad vegetal.

De hecho, Reutivar 2.0 haya sido seleccionado para recibir financiación de la Junta de Andalucía y la Unión Europea a través del Feader 2014-2020, en el nuevo marco de Ayudas al funcionamiento de los grupos operativos de la Asociación Europea para la Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad.

Primeros ensayos

El proyecto, explican desde Feragua, ya se encuentra en marcha, se han comenzado a desarrollar los primeros ensayos de campo en agua y suelo, consistentes en el muestreo para la evaluación de la calidad del agua regenerada en las distintas unidades de tratamiento de la Comunidad de Regantes Tintín, en Montilla (Córdoba), así como en la red de riego del Sector I de dicha comunidad.

Además, se han realizado diversos análisis de los suelos en varias de las fincas de muestreo incluidas en la iniciativa, tanto en las líneas de goteros para el riego del olivar como entre las calles de las fincas, y se han iniciado los trabajos de adecuación del piloto de energía solar térmica para el secado de lodos instalado en la Planta Experimental de Carrión de los Céspedes (Sevilla) de Amaya (Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía).

La gran novedad

Una de las grandes novedades de Reutivar 2.0 (y uno de los resultados más esperados por todos los concesionarios de aguas regeneradas) es analizar el uso de estos recursos no convencionales para el regadío del olivar a la luz del nuevo Reglamento UE 2020/741, normativa comunitaria que es de aplicación desde finales de junio y que establece una serie de requisitos específicos de calidad, además de la obligación de contar con un plan de prevención y gestión de riesgos.

Para adaptarse a este reglamento, se basará en el enfoque «multibarreras» ya ensayado con éxito en la primera edición de Reutivar y que, como su propio nombre indica, busca levantar numerosos obstáculos para evitar cualquier riesgo de contaminación y proteger así de forma eficaz tanto al cultivo como el medio ambiente. Por otra parte, otro de los grandes objetivos de Reutivar 2.0 es la incorporación de nuevos elementos para adaptar y optimizar las tecnologías del tratamiento del agua al uso final del olivar.

En concreto, se van a poner a prueba diferentes innovaciones para optimizar el funcionamiento de la planta piloto de filtración por anillas existente en el Sector I de la Comunidad de Regantes Tintín.

También se trabaja en el perfeccionamiento del sistema de fertirriego de precisión, ya bosquejado en la primera edición de Reutivar, a través del análisis de la de la calidad del agua regenerada, incluidos los nutrientes y otros elementos que contribuyen a la aparición de fenómenos de obstrucción.

Variable de nutrientes

Y es que en Reutivar, el proyecto inicial liderado por Feragua, se constató que existía una considerable variabilidad entre los nutrientes que recibían unas parcelas y otras, y se detectaron cambios en las concentraciones de algunos nutrientes a lo largo de la campaña.

Por ello, en esta ‘segunda parte’ del proyecto, se analiza dicha variabilidad en profundidad, viendo cómo la situación de la parcela y la época de la campaña de riego influyen en la cantidad de nutrientes que recibe y, por tanto, en las necesidades de fertilización. Esto también tiene su efecto en la nutrición del olivar y, por ende, en la calidad de la aceituna y del aceite.

Distribución de cada parcela

«Un buen conocimiento de la distribución de los nutrientes permitirá conocer las necesidades de fertilizante de cada parcela y, de esta forma, aplicar un fertirriego de mayor precisión», aseguran los impulsores del proyecto. Por ello, dentro de Reutivar 2.0 se está trabajando en un modelo que, uniendo un simulador hidráulico de la red de distribución otro de calidad del agua, permite predecir en cada momento la cantidad de nutrientes que se recibirán en cada parcela de riego.

Dado que no existen estudios previos en los que se haya analizado este efecto, esta investigación «no sólo tendrá un marcado carácter innovador», aseguran, sino que tendrá una gran aplicabilidad al sector del riego, lo que hará más fácil que llegue a los potenciales usuarios.

Fuente: ABC / Natalia Ortiz