Más responsabilidad para el veterinario de explotación

Pieza clave en la adaptación a la normativa europea en el nuevo plan sanitario en las granjas

Sala de ordeño caprino.
Sala de ordeño caprino. La Voz
Pablo Poza
20:59 • 10 oct. 2023

El Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Almería, a través de su Comisión de Agricultura, analiza ya el impacto que las nuevas disposiciones reglamentarias pueden tener en el sector ganadero en general, y en los profesionales de la veterinaria en particular. Y es que durante este año 2023 han visto la luz una serie de Reales Decretos que vienen a adaptar a la normativa comunitaria nuestra regulación en el ámbito del medicamento veterinario, la sanidad animal y el bienestar de las especies ganaderas. A grandes rasgos, las novedades dan un impulso al autocontrol por parte de la persona titular de la ganadería mediante la elaboración de procedimientos documentados adaptados a cada explotación, y otorgan al profesional veterinario un papel crucial en su elaboración y posterior implementación y seguimiento. 



 



Resulta especialmente relevante el Real Decreto 364/2023, de 16 de mayo, que regula el plan sanitario integral. Se trata de un documento diseñado a medida para cada ganadería, que incluye todos los aspectos de su funcionamiento: plan de higiene, medidas de bioseguridad, control y muestreo frente a las diferentes enfermedades que sufren o amenazan a nuestra ganadería, uso responsable de antibióticos, gestión de subproductos o condiciones higiénicas de producción de la leche, entre otros. Dicho plan, cuyo contenido no es nuevo en algunas producciones como la porcina o avícola, deberá estar en marcha en todas las explotaciones profesionales ganaderas en mayo de 2024.



 



Más allá de las obligaciones, la norma aparece en un momento especialmente oportuno. Este año más que nunca el sector debe aunar esfuerzos en materia de prevención, visto el contexto epidemiológico en el que nos encontramos, donde enfermedades como la viruela ovina-caprina o la enfermedad hemorrágica epizoótica, o zoonosis como la Fiebre del Nilo Occidental han afectado a nuestros rebaños, o donde enfermedades como la Peste Porcina Africana o Influenza Aviar están causando estragos en países de la Unión Europea. 



 



Como pieza clave en su desarrollo, esta misma disposición establece que el ganadero deberá contar con los servicios de un veterinario, el veterinario de explotación, que puede ser coincidente o no con el actual veterinario de su ADSG, cooperativa o integradora. El profesional veterinario será el encargado del diseño, y de la supervisión de la puesta en marcha y cumplimento de todas las medidas que recoge el plan sanitario integral, debiendo realizar visitas a la granja de forma regular, quedando establecido por la norma unos mínimos en función del riesgo de la explotación.



 

Queda en manos de las Comunidades Autónomas la clasificación del riesgo de las explotaciones ganaderas y la posibilidad de limitar el número de cabezas o de explotaciones por veterinario para asegurar la efectividad del plan.

 

Por otro lado ha visto la luz el Real Decreto 159/2023, de 7 de marzo,  sobre controles oficiales en materia de bienestar animal, y se modifican varios reales decretos, entre ellos el de bienestar en explotaciones porcinas, con especial incidencia en la densidad de animales, los equipamientos de la granja o el corte de rabo en los animales de esta especie. Extiende la obligación de disponer de un Plan de Bienestar Animal exigible en la actualidad a porcino, a otras especies de aquí a 2027, plan cuya elaboración corresponderá igualmente al veterinario de explotación.




  El Colegio Oficial de Veterinarios de Almería, a través de su presidenta, Yasmina Domínguez Cardona, quien confía plenamente en la preparación y experiencia de los colegiados que trabajan en el ámbito de la ganadería, quiere trasladar al sector ganadero y al colectivo veterinario la absoluta disposición del Colegio a colaborar a la hora de afrontar los nuevos retos, especialmente en lo que a formación en materia de sanidad y bienestar animal se refiere.

 

“Deseamos también resaltar la importancia de ver estos planes como una oportunidad, para que no se queden sólo en el aspecto documental, y una carga burocrática adicional, sino que su aplicación sistemática en el día a día de la explotación ganadera garantice el nivel de seguridad alimentaria y producción en condiciones de bienestar animal que requiere el consumidor de los productos de origen animal que llegan a nuestros mercados” señalan desde el Colegio.

 

Igualmente, comprende el esfuerzo que la ganadería debe, una vez más, realizar para adaptarse a la norma, especialmente en un año dónde la situación de guerra en algunos países unida a la sequía y subida de precios de los insumos no dibuja el mejor de los escenarios. “Pero estamos convencidos de que, con el enfoque correcto, este esfuerzo resultará en un beneficio para el propio sector, y todos los profesionales asociados a él, directa o indirectamente”.

 

Cuanto más fuerte sea, mejor podrá el sector ganadero velar por las mejores condiciones de trabajo y remuneración de los veterinarios de explotación, pieza imprescindible a su vez en la correcta gestión integral de nuestras granjas. 


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