“La agricultura de Almería es básicamente social“, afirma José López Ortega

100.000 trabajadores del sector incluyen un alto porcentaje de colectivos en difícil inclusión

José López Ortega, director de Recursos Humanos y RSC de Coexphal, y consejero del Consejo Social de la Universidad de Almería
José López Ortega, director de Recursos Humanos y RSC de Coexphal, y consejero del Consejo Social de la Universidad de Almería Agricultura 2000
Agricultura 2000
20:37 • 02 oct. 2024 / actualizado a las 20:45 • 02 oct. 2024

Que la agricultura de Almería es el motor de la provincia con el 40% del PIB es un dato por todos conocido. Pero lo que no se valora tanto, y es igual de relevante, es su carácter social. Así lo destaca José López Ortega, director de Recursos Humanos y RSC de Coexphal, y consejero del Consejo Social de la Universidad de Almería. “La agricultura de Almería supera los 100.000 trabajadores. En la producción hay unas 45.000 personas, otros 15.000 trabajadores en los almacenes de comercialización, y el resto en la industria auxiliar”, inicia su explicación, para continuar argumentando que “se trata de un empleo con un gran peso social. Un porcentaje muy elevado forma parte de colectivos de difícil inserción laboral, bien por cuestiones de género, en la comercialización las mujeres son mayoría; otro grupo importante son personas con una formación básica o ninguna formación y, por tanto, el acceso al empleo le es muy difícil, y en nuestro sector se les acoge y encuentran ese empleo; y también muchos migrantes, contando con hasta 150 nacionalidades”. 



 



Además, la agricultura no sólo tiene un componente social desde la perspectiva del trabajador. También en el caso del empresario. “La agricultura de Almería se sustenta en la economía social. Por un lado, el sistema de producción minifundista ha hecho que exista una redistribución de la riqueza. Por otra parte, nuestros agricultores mayoritariamente se agrupan en cooperativas para comercializar su trabajo, o sea se fomenta el asociacionismo”.



 



Ésta es la radiografía de un sector en el que José López Ortega trabaja desde hace más de 20 años cuando ingresó en Coexphal y con el que ha crecido profesionalmente. Una reflexión que realiza en la nueva sede de Coexphal en la Ciudad del Transporte de la Mojonera, con más de 6.000 metros cuadrados. “Estudié la diplomatura de Empresariales en la entonces Escuela de Comercio de Almería y luego hice un master en el Instituto de Empresa. Mi experiencia laboral me llevó a conocer los recursos humanos (La Voz de Almería, Adecco y Cajamar) desde distintos puntos de vista. En Coexphal trabajan más de 320 personas, entre la empresa matriz, y un porfolio de empresas para cubrir las diferentes necesidades de la agricultura, desde el laboratorio de calidad a la prevención de riesgos laborales”. José López continúa aseverando que “la mayor satisfacción es poder ayudar a encontrar trabajo a personas que tienen dificultades, como por ejemplo los migrantes. Yo he viajado a Marruecos, Bulgaria o Rumanía para, dentro del contingente regulado de extranjeros, ofrecerles trabajo en la agricultura almeriense a través de nuestros asociados, y esa relación ha sido muy satisfactoria”.



 



Simbiosis con la Universidad



La Universidad de Almería ha contribuido de manera decidida al crecimiento de la agricultura en los últimos 25 años. José López explica que “igual que te decía que hay una enorme contratación de trabajadores sin formación, la inmensa mayoría del trabajo cualificado proviene de la Universidad de Almería. La simbiosis entre los estudios de Ingeniería Agrónoma y Agrícola con el sector es básica, además de que somos el destino de otras titulaciones de la UAL”. En esta línea, recuerda que “Coexphal participa con una Cátedra de Hortocultura desde hace 10 años en la Universidad, enfocada a los proyectos relacionados con la economía social y cooperativismo”.

 

En esta relación entre la agricultura y la Universidad, el Consejo Social de la UAL juega también un papel principal. El representante de Coexphal confiesa el orgullo de formar parte de este organismo. “Es también una gran responsabilidad, pues represento a Coexphal y, por ende, al motor de la provincia. Para mí el Consejo Social es una pieza importante en el engranaje entre la sociedad y la Universidad. Sus aportaciones son fundamentales para que fluya de manera positiva la relación con las empresas en general y la agricultura en particular”.


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