Almería estrena una ‘nueva mirada’ desde el Mesón Gitano

Contemplar la historia de Almería, su vinculación con el mar, el trazado de sus calles estrechas y el desarrollo desigual de una ciudad que crecía y menguaba según el momento, y todo, a los pies de La Alcazaba. Ese es sin duda el principal atractivo para acudir al recién concluido Mesón Gitano, a pesar de que el edificio y los tesoros de la ciudad musulmana que hay en su interior aún no podrán ser visitados.

Y es que la realización de este proyecto a través del Plan Urban ha permitido generar a las puertas de las tradicionales cuevas una gran explanada preparada para celebración de eventos para más de 1.200 personas, zona para conciertos y hasta un mirador desde el que ver el Casco Histórico, el puerto y sobre todo el mar.

En ese entorno las cuevas volverán a abrir sus puertas a través de concesiones . En ellas, según explica el consejero delegado de Almería Urban, Carlos Sánchez, habrá zona de restauración, un punto de información turística municipal, venta de artesanía y la última de ellas estará musealizada dedicada al pasado del Mesón Gitano.

Pero el proyecto finalizado es algo más que esa explanada, es la construcción de un edificio que pretende compaginar un uso para escuela taller y refugio de los restos del núcleo medieval que formaba parte de la Almedina. 

Trabajos

Este espacio, más grande de lo esperado al tener que sacar el edificio más de 5 metros de la falta de la montaña para poder acoger los restos, está en su parte exterior en fase de adaptación al entorno que han llevado primero a través de la pintura a convertir la imagen del hormigón utilizado en una visual más cercana a la piedra, y en la que queda la creación de jardines verticales. Precisamente en los aledaños del edificio ya se han plantado especies colgantes y otras que deben de hacer de enredaderas, la fachada del nuevo edificio se realizará en la segunda fase de las obras siguiendo la misma fórmula.

En su interior, el Mesón Gitano tiene aún mucho que hacer con los 1,3 millones de euros previstos en el presupuesto municipal. Explica Carlos Sánchez que ahora toca “realizar la consolidación de la ciudad encontrada y su puesta en valor” llegando incluso a barajarse la posibilidad de “poder exponer allí mismo los restos que actualmente guarda el Museo de Almería”.

Además hay que musealizar la zona, incluso con reproducciones en 3D de cómo era ese conjunto de calles estrechas, pequeñas viviendas con suelos y tabiques de adobe, paredes adornadas con arcos lobulados de yeso, estucos rojos, alacenas en las cocinas y despensas excavadas en la montaña, cuando eran realmente una ciudad.

Allí además se realizarán las tres aulas para las escuelas taller, que presumiblemente tendrán vinculación con todo lo encontrado en el subsuelo, y será entonces cuando abra sus puertas.