Una niña sufre quemaduras graves tras caer en un charco de ácido usado en la limpieza de una acera

Servicios de limpieza quitaban pintadas en la vía pública, a las puertas del Celia Viñas, y la niña resbaló

Producto que provocó quemaduras a la menor de 13 años
Producto que provocó quemaduras a la menor de 13 años
Javier Pajarón
10:58 • 11 may. 2016

Una niña de 13 años, alumna del IES Celia Viñas, permanece ingresada en el complejo hospitalario de Torrecárdenas desde hace una semana en un estricto programa de recuperación tras sufrir graves quemaduras con un ácido usado en la limpieza de la vía pública.




El suceso data del pasado miércoles, sobre las 14.30 horas. Operarios de los servicios municipales de limpieza (concesionados por el Ayuntamiento de Almería a las empresas Acciona-La Generala y FCC) se empleaban para retirar pintadas sobre la acera, a las puertas del instituto.




Los alumnos comenzaron a salir del centro y se toparon con un charco aparentemente inofensivo a pocos metros de la puerta. La menor de 13 años corrió la peor suerte. Resbaló sobre la acera mojada y se empapó del líquido. “Al principio, los niños se reían sin darle importancia, pero entonces el ácido decapante comenzó a comerse la ropa y mi nieta gritaba que le escocía, que le quemaba”, señala Carlos G., abuelo de la pequeña, todavía compungido por el episodio.




Se vivieron momentos de enorme tensión a las puertas del IES Celia Viñas. Los profesores trataban de ayudar a la niña, cada vez más afectada por la erosión del químico, mientras el 061 enviaba una ambulancia hasta la zona (se necesitó una segunda ambulancia con personal médico para atender a la menor). “Una enfermera que pasaba por la zona se ofreció a ayudar y llevaron a la niña hasta un bar enfrente para atenderla”, relata Carlos G. En el establecimiento, a pocos metros del IES Celia Viñas, la víctima vivió como una eternidad la espera a la llegada de la ambulancia, según explica su familia. El ácido afectaba especialmente a las piernas.




Lesiones severas
Finalmente la menor fue trasladada hasta Torrecárdenas y recibió calmantes para el dolor y antibióticos para prevenir infecciones, uno de los grandes riesgos de los pacientes quemados. Los primeros balances médicos apuntan a lesiones severas en aproximadamente el 20 por ciento de su cuerpo. El producto corrosivo alcanzó los mulos, la cadera y una parte importante del torso de la pequeña.




Según señala el padre de la menor, Carlos G. C., en declaraciones a LA VOZ DE ALMERÍA, la niña ha necesitado varias intervenciones para eliminar el ácido de su cuerpo y tendrá todavía que pasar por un duro tratamiento de injertos de piel que la mantendrá ingresada en Torrecárdenas a expensas de su evolución.




El producto responsable de las quemaduras es un decapante usado “en la eliminación de los restos de pintadas  después de la eliminación del grafiti”, dice literalmente su etiqueta. “Produce quemaduras graves en la piel”, advierte el envase del producto, especializado en trabajos sobre superficies porosas como aceras o paredes. El ácido se come la pintura sobre la piedra y permite borrar los grafitis y sus restos más pequeños, las llamadas sombras.




Acciones legales
La familia de la víctima ha contactado con la Comisaría Provincial de la Policía Nacional, como han confirmado fuentes policiales consultadas, aunque aún no se ha presentado formalmente una denuncia sobre los hechos. Se centran ahora en la recuperación de la menor  y esperan los informes médicos para acreditar la entidad de las heridas sufridas por el ácido vertido.


Carlos G. C., padre de la niña afectada, ha agradecido el comportamiento del profesorado que rápidamente trató de socorrer a la alumna del IES Celia Viñas, si bien se muestra muy crítico con la actuación de los servicios de limpieza municipal. Asegura que no había señalización para proteger la zona del tránsito de los alumnos sobre productos tan peligrosos y se queja de la hora y el lugar elegido, a las puertas de un centro educativo en la salida de los alumnos.
Por eso anuncia medidas judiciales para depurar responsabilidades.


Además, Carlos G. C. advierte del riesgo que situaciones similares pueden ocasionar en otros puntos de la ciudad y exige el cumplimiento de las medidas de seguridad acordes al riesgo de la manipulación de tóxicos como el mencionado decapante.



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