Aparcar en El Zapillo resulta difícil todo el año, pero en verano -cuando su población residente y visitante se multiplica- puede convertirse en una verdadera odisea. Recién inaugurada la temporada de vacaciones de 2016, la situación se ha agravado de forma preocupante para los vecinos.
A la pérdida de plazas que se ha producido como consecuencia de la reserva de espacio por el paso de vehículos pesados con destino a las obras de Villa Pepita -que afecta a calles como Quesada y Poeta Durbán-, ahora se suman nuevas restricciones para aparcar en vías como San Miguel y Joaquín Vázquez, donde el martes empezaron unos trabajos de asfaltado.
María Martín vive en la calle Cartagena y aunque entiende que en la ciudad las obras son necesarias, critica “la mala gestión municipal que programa el asfaltado de calles de El Zapillo en pleno verano”. En su opinión, si en circunstancias normales ya es difícil encontrar un sitio para aparcar en esta zona, “con la mitad de las calles levantadas es imposible”.
Martín cree que el Ayuntamiento debería darse cuenta que no son solo los vecinos del barrio, sino muchos almerienses los que bajan a la playa y, ante la imposibilidad de aparcar en condiciones, “acaban dejando los coches en los pasos de cebra, sobre las aceras o en cualquier sitio”.
Para Ángel Santisteban, presidente de la asociación de vecinos Aveyco-Zona Playa, el problema de fondo es la “falta de un parking público en la zona de El Zapillo”, una reivindicación que llevan haciendo desde el colectivo que encabeza hace muchos años.
Más quejas
Las quejas vecinales derivadas de las obras no se reducen al tema de los aparcamientos, sino que van más allá. “El polvo ha invadido el barrio hasta límites insospechados y no viene una triste máquina a refrescar las calles”, apunta Santisteban.
Esa arena procedente de las obras y de la playa se ha adueñado en especial del Parque Elena Pezzi, cuyas plantas permanecen cubiertas por una capa de polvo o directamente están secas a pesar de ser especies como las adelfas, acostumbradas a crecer en condiciones adversas. Operarios municipales trabajaban ayer en estos jardines aunque su imagen habitual dista mucho de ser la de una zona verde cuidada.
Por otra parte, el paso de vehículos pesados está ocasionando graves desperfectos en el mobiliario urbano, sobre todo en las aceras y el carril bici que los camiones invaden ante la imposibilidad de circular por la calzada dadas sus dimensiones. En la calle Quesada, por ejemplo, han derribado al menos dos bolardos.
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