"Creímos que nos jugábamos con el PP el segundo diputado, fue un espejismo"

Rosalía Martín, la veterana coordinadora de Izquierda Unida, analiza las claves de la campaña electoral 

Rosalia Martín posa en la Puerta de Purchena de Almería.
Rosalia Martín posa en la Puerta de Purchena de Almería.
Antonia Sánchez Villanueva
12:14 • 02 jul. 2016

No esconde que hay decepción, pero, quizá por militar en un partido acostumbrado a bregar con resultados modestos, enfatiza lo positivo . Defiende la alianza con Podemos pero no transmite empatía con el candidato. 




Hace una semana se las prometían muy felices en Unidos Podemos. Ahora se buscan explicaciones de qué ha pasado. ¿Cuál es la suya?
En IU siempre hemos sido muy precavidos con las encuestas. Sin embargo, en esta ocasión nos hemos dejado llevar todos. Evidentemente, han fallado las perspectivas y eso deja un poso de frustración. Pero arrancarle 71 diputados al bipartidismo no es cualquier cosa. Por otro lado, es verdad que hay una sensación de repunte del Partido Popular cuando en realidad no tiene mayoría absoluta y tiene que buscar apoyos para poder gobernar. 
Rosalía, pocas veces la suma de dos no suma sino que resta. Muchos se preguntan dónde están los votos de Izquierda Unida el 20D.
Nosotros pensábamos que la suma multiplicaba y efectivamente no ha multiplicado pero tampoco ha restado. 




En todo caso no ha sumado.
En todo caso dos y dos no son cuatro. La pregunta es ¿por qué el millón de votos que falta es de Izquierda Unida? Eso es un análisis simplista a mi juicio. Habrá que ver las variables, qué porcentaje de voto obtuvo Podemos el 20 de diciembre y cuánto tuvo Izquierda Unida y qué ha pasado. Tenemos que tener en cuenta que en el mes de marzo de 2016 Podemos empezaba a bajar mientras que Izquierda Unida estaba al alza. Y, por otro lado, 5 millones de votos son 5 millones de votos. Cada cosa en su justa medida.




Al leer los datos se da un paralelismo. En el caso de Almería IU obtuvo diez mil votos el 20D y un número similar falta el 26J.
 A los números se les puede sacar punta pero no se ajusta a la realidad. ¿A mí me van a decir que en Almería nuestro suelo es 0 votos? ¿Que hemos perdido diez mil votos? ¿Quiere decir que yo no he votado? ¿Qué no han votado mis compañeros? ¿Qué no ha votado IU en su conjunto? Eso yo no me lo creo. Para los que se hacen películas que no vienen al caso, si nosotros durante toda la campaña hemos apostado por sacar a la segunda de la candidatura [Sonia Barreiro, de IU], no tiene ningún sentido presuponer que los votos que se han perdido son de IU.




¿De verdad creyeron que podían dar el sorpasso al PSOE e incluso al PP?
Sí, sí. Que nos jugábamos el segundo diputado con el Partido Popular. Es cierto que vivimos un espejismo en este país y Almería no estuvo exenta de ese espejismo.




Un espejismo en el que no solo no consiguen el segundo sino que pierden el de Podemos el 20D.
Es cierto, pero quizá porque en marzo el primero de Podemos ya no estaba asegurado en Almería. Probablemente la campaña no se ha enfocado adecuadamente. Se ha enfocado pensando que ya estaba hecho, y resulta que no. Se ha pensado que había posibilidades de un segundo y resulta que no teníamos asegurado ni siquiera el primero. Almería no es plaza fácil para las fuerzas de izquierdas, quizá íbamos demasiado solventes en estas elecciones y no hayamos medido adecuadamente.




¿Se creyeron la burbuja?
Nos la creímos. 




¿Y quién empujó más, Podemos o IU?
Era la situación que se estaba viviendo a nivel nacional. El momento de ilusión, de poder efectivamente dar un vuelco a la realidad política de este país. Se sintió de manera generalizada en la militancia, en los votantes. Y, como digo, Almería no estaba exenta de ese espejismo que lo vivimos de manera intensa.  


Visto lo visto, ¿diría que fue un error o un acierto ir de la mano a las elecciones?
Creo que es un acierto. Los resultados hubiesen sido peores, yo defiendo esa coalición. No ha dado el resultado que esperábamos desde el punto de vista de la multiplicación, pero son cinco millones de españoles que han confiado en una coalición Izquierda Unida-Podemos. 


Expresó sus reticencias hacia la figura del candidato, el general Julio Rodríguez, visto lo visto, ¿fue un error o un acierto que fuera él?
Ni error ni acierto. Creo que la campaña se ha enfocado sociológicamente mal en la provincia, no se ha tenido en cuenta la idiosincrasia y la realidad político-social de Almería al plantearla. 


¿En qué se equivocaron?
No ha habido cercanía del candidato, a pesar de pasar muchos días en Almería. Si no hubiese existido esa burbuja se habría hecho una campaña diferente, se habría ido a consolidar el primero. 


¿Quién diseñó la campaña provincial? ¿Podemos o contribuyó IU?
La campaña del candidato fue completamente enlatada desde Podemos y desde Madrid. IU no tuvo ningún papel. Con un equipo que no es de Almería, y diseñado desde Madrid, no se aterriza adecuadamente. 


¿Y no intentaron meter baza?
Lo intentamos inicialmente pero venía determinado por Podemos Madrid y no era posible dar ideas o mejorar ese enlatamiento. 


Les arrinconaron. 
No, no, simplemente que era una campaña prediseñada por Podemos para el candidato y nosotros estábamos haciendo campaña de Unidos Podemos para el conjunto de la candidatura, lo que hemos hecho siempre.


¿Se ha visto poco con el candidato?
No es que hayamos estado mucho o poco juntos, se le ha visto poco a él con la ciudadanía de Almería. 


¿Qué porcentaje de votos ha podido restar ese error de campaña?
Mil y pico o dos mil votos, que fue lo que faltó. Con dificultad, pero se podían haber arañado con cercanía. 


¿Hubo prepotencia?
No diría prepotencia, diría que lo mediático no siempre es válido. 


¿Se arrepiente de aquellas polémicas declaraciones sobre el candidato, con alusiones al mono Amedio, o era lo que tocaba?
Yo creo que lo hice a él más mediático. No me arrepiento y entiendo que el resultado no tiene nada que ver. Digo con contundencia que Izquierda Unida ha respondido en estas elecciones, y en el peor de los casos son diez mil votos. Sin esas valoraciones, a lo mejor no se hubiera identificado la militancia de IU, no han estado huérfanos porque los valores y los principios de IU se defendieron desde el primer momento. 


O sea, que a esos diez mil votantes de IU podía no parecerle natural la confluencia. 
Vamos a ver, la militancia de IU aprobó ir en coalición, un 82% fue favorable, por lo tanto nadie cuestiona la coalición, ni estamos cuestionando el resultado ni culpando a la otra parte, es unespejismo que hemos vivido. 


Según esas cuentas, sin los votos de IU, ¿el batacazo habría sido mayor?
Izquierda Unida ha servido para amortiguar la caída de Podemos. 


Y se está haciendo la lectura contraria?
Estamos en tiempo de reflexión. Habrá un porcentaje de votos de gente del PP que votó el 20D a Podemos para castigar al PP y cuando han visto que el PP podía perder han vuelto a sus orígenes y eso es un 20% en Almería, un 20% en El Ejido, un 20% en Roquetas de la suma de IU-Podemos. Esas variables hay que tenerlas en cuenta. 


¿Es cierto que que no pudo entrar en el gran acto de campaña en el Cervantes con Pablo Iglesias? 
La dirección de IU estuvimos en el acto, y acompañamos a nuestra candidata, el sitio era pequeño, y decidimos quedarnos en la puerta.


A partir de ahora qué, ¿va a seguir la confluencia?
A partir de ahora tenemos que reflexionar, y lo haremos con serenidad. No podemos perder de vista que esto es una coalición electoral. Otra cosa es la generación de confluencia en Unidad Popular. Nosotros hemos hecho llamamientos a la creación de un bloque crítico político y social, en eso vamos a seguir trabajando. ¿Que Podemos puede formar parte? Puede. Lo demás es una confluencia electoral. 


¿Pero diría que hay sintonía entre ambas formaciones en Almería?
La relación con la gente de Podemos en la campaña ha sido muy cercana, día a día, codo a codo, y eso posibilita acercamientos, de hecho llevamos años encontrándonos en la calle en las mismas reivindicaciones. 


¿Recibe estos días llamadas de desánimo de militantes o simpatizantes?
La gente está peor anímicamente desde el punto de vista de qué tiene que hacer el PP en este país para que reciba un voto de castigo. No es entendible que en la zona de mayor corrupción sea donde más se haya hegemonizado el voto de la derecha. Y eso es un tema de frustración, no tanto los resultados electorales que, como digo, son 71 diputados, 5 millones de votos, ocho diputados de IU, dos senadores. En términos cuantitativos no tenemos motivos para estar desanimados. 


¿Molestó en la militancia comunista la etiqueta de socialdemócrata que de repente se colgó Unidos Podemos en la campaña?
Eso podía atraer a un determinado grupo de votantes, pero podía molestar a otros. Por eso te digo que hay muchos factores para analizarlos de manera sosegada, con rigor, pueblo a pueblo, provincia a provincia. Opiniones hay mil pero para opinar hay que tener un análisis riguroso del porqué. Vamos a dedicar el verano a hacer un análisis exhaustivo.


Si de IU hubiera dependido, ¿hubieran hecho un programa estilo Ikea?
No es nuestro estilo, nosotros somos más de mensajes programáticos. Probablemente llegue más el catálogo de Ikea, es más bonico.


Pues no parece que haya sido acertado.  
Probablemente el tocho programático de IU no hubiese gustado más. 


¿En Podemos están abocados a una crisis interna por el reparto de culpas?
Siempre hemos sido muy respetuosos con los demás partidos en sus debates internos. Podemos tendrá que tener su debate interno, igual que nosotros, y supongo que habrá variaciones hacia unas posiciones o hacia otras, igual que en IU. 


¿Y en IU habrá crisis?
Ahora mismo no, pero debate va a haber. Acabamos de tener una asamblea federal donde hemos aprobado ir hacia la confluencia con movimientos políticos, incluido Podemos. Este resultado no nos quita la razón, todo lo contrario, nos dice que no se multiplica pero tampoco se resta.



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