El agua, un aliado al volante

Una buena hidratación afecta a la conducción y aporta un estado óptimo al volante de cara a los viajes por carretera

Expertos recomiendan tener a mano una botella de agua durante la conducción.
Expertos recomiendan tener a mano una botella de agua durante la conducción.
La Voz
13:38 • 14 jul. 2016

Mantener una hidratación adecuada es de suma importancia para el organismo, por este motivo, la  agencia de comunicación del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) quiere sensibilizar a la sociedad y concienciar a los conductores acerca de la importancia de beber agua durante la conducción en la 'Operación Salida' que tendrá lugar este viernes coincidiendo con el cambio de quincena, especialmente en los momentos de mayor congestión de tráfico en la carretera.




Un elemento más de la conducción, de vital importancia antes, durante y después de nuestro viaje, fundamental para asegurarnos un bueno inicio de vacaciones y un trayecto seguro pues, conducir con altas temperaturas, estimula la sudoración, la pérdida de agua y sales minerales. Algo que puede provocar un descenso de agua en el cuerpo que, sobrepasando el 2%, puede incluso causar una disminución momentánea de memoria y un descenso significativo de la atención; tal y como asegura el informe del IIAS 'Rendimiento Cognitivo, Hidratación y Agua Mineral Natural'.




Uno de los principales ejemplos es la sed, un síntoma de deshidratación. Síntoma que se suma a los más comunes entre los que se encuentran el dolor de cabeza, cansancio y pérdida de concentración; efectos que pueden dificultar la atención del conductor frente al volante.




Puesta a punto




Si revisamos bien el coche para que esté listo de cara al viaje, no es menos importante otras acciones que nos ayuden a mantener una buena capacidad de respuesta al volante. En este sentido, es importante que la persona que conduce esté debidamente hidratada; un proceso que comienza horas antes de ponerse en ruta.




Según diferentes estudios reconocidos por instituciones europeas, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), una buena hidratación repercute no sólo en el rendimiento físico sino también en la capacidad de reacción, la atención y la concentración. Con la pérdida de agua pueden decaer la percepción, la atención, la memoria, el rastreo visual motor, el pensamiento y el rendimiento psicomotor. 




Por ello el doctor Antonio Pérez, especialista en Medicina del Trabajo de Previlabor, recuerda su importancia al volante e indica que “diversos estudios señalan que la deshidratación puede tener consecuencias similares a la ingesta de alcohol, ya que produce fatiga, reducción de la capacidad de reacción, cansancio, etc.”. Por lo que no se trata sólo de beber antes de tener sed, sino de asegurarse de que en el momento de emprender el camino estamos en estado adecuado respecto a los niveles de hidratación.




Consejos al volante


Después de estas indicaciones, queda patente que es vital  beber antes de tener sensación de sed, hacerlo con frecuencia y en pequeñas cantidades. De este modo, los expertos recomiendan tener a mano una botella de agua y dar pequeños tragos a intervalos de 20 ó 30 minutos; aprovechar los altos en el camino para beber de nuevo; y, por supuesto, abstenerse de consumir cualquier bebida con alcohol.


Además, también se recomienda prestar atención a nuestra alimentación antes y durante el viaje, evitando alimentos que induzcan la deshidratación o aquellos de difícil digestión. En ambos casos, se recomienda que se sustituyan por una alimentación variada y equilibrada rica en vegetales, verduras y frutas.


Del mismo modo, por sus consecuencias en la hidratación y en el bienestar general del conductor recuerda que es importante elegir ropa holgada, cómoda y que nos permita transpirar con normalidad.


Indicaciones que, tal y como señalan en este estudio diferentes expertos, deberían formar parte del 'Plan de Hidratación' a la hora de preparar un viaje de larga distancia. Pautas que se sumarían a los consejos habituales como hacer una pausa cada 200 km, o cada 2 horas de viaje, en la que aprovechar para estirar las piernas, descansar la vista y rehidratarse.


Además, en viajes con niños, mayores o embarazadas, recomiendan prestar especial atención a su ingesta de agua ya que tienen más riesgo de deshidratación. Por lo que es adecuado ofrecerles agua regularmente aunque no la pidan.



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