Salud Mental atiende a 600 pacientes

La confianza entre usuarios y profesionales es clave para salir adelante  

Visita del delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales al área de Salud Mental de Torrecárdenas
Visita del delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales al área de Salud Mental de Torrecárdenas
Noelia Lázaro
01:00 • 21 jul. 2016

El área de Salud Mental del Hospital de Torrecárdenas asiste a lo largo del año a una media de 600 pacientes. Los profesionales de la unidad de hospitalización son los encargados de atender a los ciudadanos en uno de los peores momentos de su vida; cuando se está en una crisis. Se trata de situaciones límites para las que los profesionales han de estar preparados. “Trabajamos en la formación del personal  pero también en la calidad humana porque esa confianza entre sanitario y paciente, al final, deriva en menos agresividad y una salida hacia adelante”, apunta el director de Salud Mental, Domingo Díaz. 




Pacientes
Los perfiles de quienes son atendidos en esta unidad es el de pacientes con psicosis, trastornos de la personalidad grave y bipolares en fase maníaco-depresiva aguda. Su estancia media se sitúa entre 2 y 3 semanas. La tendencia, aseguran desde el Hospital, es facilitar que la personas “vuelvan cuanto antes a su vida diaria”.
En la actualidad más de 50 personas trabajan en esta Unidad y lejos, de las viejas creencias hay que resaltar que nadie en los últimos años ha pedido el traslado por el contrario, es una de las áreas que mayor demanda y en la que hay listas de espera. 

María del Mar García es una de las enfermeras que forman parte de este equipo. Su labor pasa por un trabajo fundamentado en “mucha contención verbal, acompañamiento y escuchas activas”, y es que se ha demostrado que el trato es clave para “evitar mucha medicación”, por eso se realizan salidas por el patio, terapia ocupacional con las que se persigue que los pacientes “no se sientan encerrados”.

Cualquier persona puede sufrir a lo largo de su vida una situación de crisis. Las estadísticas avalan que la mayoría de ingresos en las unidades de hospitalización retornan a la vida normal sin trastorno, de ahí, destaca Domingo Díaz, la importancia de que “cualquiera que ingrese en estas unidades no salga marcado y estigmatizado con el viejo sello de loco que le dificulte posteriormente su integración en la vida social”. Una unidad de hospitalización del siglo XXI persigue siempre “un fin terapéutico”. A quienes abogan  porque las unidades de agudos prioricen las medidas de contención mecánica aplicada para evitar agresión o altas dosis de medicación, Díaz puntualiza que “no tiene justificación científica, lo cual no obvia que la seguridad de los profesionales sea fundamental para todos los que trabajamos aquí”. 










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