Los tomos alineados de Historia de España y Militar acompañan en la estantería el pequeño altar de recuerdos y agradecimientos del coronel Francisco Jiménez. Testimonio de una carrera de triunfos profesionales. Y mucho más. La huella indeleble de cariño de amigos, compañeros y familiares.
Feliz cumpleaños.
Muchas gracias.
Dígame, ¿cómo llegó a ser guardia civil?
Mi padre se retiró como subteniente de la Guardia Civil y estuvo casi toda su vida profesional en la provincia. Mi abuelo también era guardia civil. Cuando acabé el bachiller, no se podían estudiar muchas carreras en Almería, había que irse a Granada. Pero la verdad es que nunca me planteé hacer otra cosa. Y tuve suerte.
¿Pensó alguna vez que acabaría siendo jefe de la Comandancia de su tierra?
En la Guardia Civil eso no se puede planificar, pero era uno de mis ideales. He estado en Almería en muchos empleos, pero es también una cuestión de suerte.
¿Y qué balance hace de esta etapa?
Ha sido de uno de los mejores empleos que he tenido y el que más satisfacciones me ha dado profesional y personalmente. Soy de Almería y tengo toda mi familia aquí.
¿Qué valores le ha transmitido la Guardia Civil en su larga carrera profesional?
En primer lugar, el compañerismo. La Guardia Civil realiza un trabajo en equipo y, sobretodo, si eres jefe de una unidad tienes que apoyarte en los compañeros y compartir opiniones. Y, en segundo lugar, la vocación de servicio. El servicio a los ciudadanos es la razón de ser de la Guardia Civil.
¿Ha cambiado mucho la Benemérita desde su ingreso a finales de los 70?
Muchísimo. La Guardia Civil ha mejorado mucho técnicamente y en sus instalaciones. Y, desde luego, el personal está mejor preparado. Cuando salí de la Academia, estuve destinado un curso escolar en la Academia de Guardias Civiles de Úbeda en el año 80. Conozco la materia de estudio y, ahora, profesionalmente se ha elevado el nivel. Antes se venía por necesidad y ahora se viene por vocación.
En su último discurso del 12 de octubre dijo que le hubiera gustado estar más tiempo. ¿Se le ha quedado corta la carrera?
Creo que soy joven todavía (risas). Con 61 años echar a una persona a su casa es un lujo, sinceramente. A mí me hubiera gustado seguir hasta los 65 años e incluso más tiempo si fuera necesario, mientras tuviera salud. Además, no sé hacer otra cosa. Es un absurdo perder a una persona con 61 años. Gracias a Dios con los guardias no pasa esto y hacer una labor magnífica hasta los 65 años.
Pero los mandos...
Los mandos tenemos una edad tope.
¿Qué proyectos le han quedado pendientes como jefe de la Comandancia de Almería?
En cuanto a servicios, han quedado algunos casos sin resolver. A pesar del empeño no hemos podido arrojar luz. Es una pequeña espina clavada. Y en cuando a las infraestructuras, hay algunos acuartelamientos que habría que mejorar. Me vienen a la cabeza Níjar, Huércal de Almería o Vícar. Y digo esto por la entidad de las unidades. Son unidades con más de 60 personas, con una conflictividad grande y con muchos ciudadanos. Los ciudadanos que acuden a los cuarteles tienen derecho a ser recibidos dignamente y, por supuesto, los guardias civiles a vivir en condiciones mejores.
¿Cuando menciona casos sin resolver, se refiere a la desaparición de Lourdes García en Roquetas?
Por ejemplo. Salió hace poco de nuevo. Fue uno de los casos más mediáticos, pero ha habido otros.
Los presupuestos han limitado estas mejoras. ¿Ampliar las plantillas tiene una incidencia en la reducción de los delitos?
Nosotros somos gestores de recursos. La función de un mando es sacar el máximo a los recursos que tiene. Lógicamente cuantas más personas más servicios en la calle. Pero al ciudadano hay que transmitirle seguridad subjetiva, que se sienta seguro porque ve a los guardias y que se le atienda rápidamente cuando llama a un número de emergencia. Eso le da más seguridad que decir que han bajado los índices de delincuencia.
¿De qué proyectos se siente más orgulloso?
Me siento muy orgulloso de la gente que tengo. Hay agentes inmejorables con muchas ganas de trabajar.
¿Y los equipos de robos en el campo (ROCA)?
Ese fue un gran acierto. No es una idea originaria de Almería, aunque esta fue una de las primeras provincias. Se creó un grupo en contacto directo con los agricultores y dedicado exclusivamente a investigar. Y, de hecho, los delitos en el campo se han reducido bastante. Es verdad que no se ha conseguido eliminar por completo y seguimos teniendo un problema con los robos de fitosanitarios. Creemos que hay un mercado y estamos investigándolo.
¿Tan difícil es reducir los robos en los invernaderos de Almería?
Aquí en Almería es difícil prestar servicio. Es tal la red de caminos y carreteras... Cuando vienen unidades de fuera tenemos que ponerles guías porque se pierden. A veces nos llaman agricultores que les han robado y nos cuesta, incluso, localizar el lugar. La vigilancia es compleja, el campo es grande y hemos tratado de concienciar a los agricultores de la necesidad de tomar precauciones.
¿Cuál ha sido el mejor momento de estos años?
Sabría decirle cuál es el peor, pero el mejor... ha habido muchos (risas).
Dígame entonces cuál ha sido el peor.
Las pasamos canutas en los altercados de Roquetas de Mar. Eran situaciones que nos desbordaban por las revueltas tan generalizadas... tenían que venir unidades de fuera para ayudarnos. Y, por otra parte, las riadas del Levante (septiembre de 2012). Con aquellas inundaciones no podías llegar a los sitios con nuestros vehículos y fueron momentos críticos.
Ha hablado antes de compañerismo y de servicio público. Hace unos días un guardia civil de Tráfico de Almería colgó un vídeo con su hija de tres años en un foro y recibió duros insultos. ¿Qué piensa cuando ve estas muestras de odio?
Pienso que las nuevas tecnologías están dando pie a muchos conflictos y actuaciones ilícitas. Todo el mundo tiene acceso y no todo el mundo es correcto en sus mensajes. Nosotros estamos intentado hacer una buena labor a través del Plan Director en los colegios, mostrando a los niños y a los padres los peligros de las redes sociales.
Y lanzar un mensaje: no quedan impunes...
En este caso tuvimos suerte y pudimos localizar rápidamente al autor. En otros casos, especialmente cuando provienen del extranjero, es más difícil. Yo cuando vi a esa niña... tenga en cuanta que me he criado en un cuartel donde los hijos de los guardias civiles convivían con el servicio. Llega el padre de trabajar y le espera su hija. Fue una imagen enternecedora, parece mentira que dé pie a que una persona se exprese de esa forma.
Con su marcha se abre un periodo de transición en el mando. ¿Cómo está planificada su ‘sucesión’?
La Comandancia de Almería necesita un mando con el empleo de coronel. El martes salió a concurso público y puede pedirlo cualquier con ese empleo o que le queden unos meses para ascender. Calculo que hasta febrero o marzo no llegará el nuevo mando. Mientras tanto, la Comandancia está perfectamente dirigida por el teniente coronel Mosquera que conoce esto mejor que nadie, mejor que yo y mejor que quien pueda venir. Es un trabajador incondicional y lo llevará perfectamente como lo ha hecho muchas veces.
¿Qué hará a partir del lunes? ¿Cómo planifica su retiro?
Esto es como un golpe que al principio no duele. Yo todavía no me he enterado (risas). ¿Planes de futuro? Yo me he dedicado toda la vida a la Guardia Civil, la verdad, pero estoy seguro de que me organizaré.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/117584/francisco-jimenez-los-altercados-de-roquetas-y-la-riada-del-levante-los-peores-momentos