Un empujón para ‘salvar’ al Bahía de Palma de la obra de Plaza Vieja

Justo hoy se cumplen 52 años desde que se firmara el primer contrato de arrendamiento para el nacimiento de uno de los bares históricos de la ciudad, el ‘Bahía de Palma’. Corría el 18 de diciembre de 1962 cuando se firmaba el contrato y comenzaba una andadura que ahora mismo tratar de ganar una carrera de obstáculos que comenzó con las obras de rehabilitación de la Plaza Vieja y el cierre del arco que la unen con la calle Mariana.

En este camino y para tratar de paliar los problemas que los trabajos están provocando en el bar, la propiedad del inmueble representada por Paola Laynez se ha comprometido a “rebajarles el alquiler hasta que concluyan los trabajos. Lo más importante es apoyar  para que salga adelante este histórico bar”.

Explica Ramón Belmonte,  propietario del ‘Bahía de Palma’, que con el cierre del arco que les conecta con la Plaza Vieja se les ha cerrado “la vía principal de entrada de clientes. Es cierto que tenemos una cartera de clientes fieles que sigue viniendo, pero han caído mucho los clientes”.

Y es que llegar a esta zona de la ciudad se convierte en todo un reto, principalmente  por la noche, y así lo denuncia el propio Ramón que reclama “más alumbrado” y sobre todo, la colocación de “señalización que explique cómo se puede llegar hasta el bar, tal y como se comprometieron hace tiempo, que ahora han vuelto a prometer, pero que de momento no está”.

Ayudas
Aseguran los propietarios del histórico bar que “está muy bien que se den ayudas para la apertura de nuevos negocios pero también habría que ayudar para que aquellos que llevan muchísimos años y que son parte de la historia de la ciudad puedan mantenerse”.

De hecho explica Ramón Belmonte que tiene “proyectos para mejorar el bar pero hasta que la situación no mejore es imposible”, pero lo que tiene claro es que “hay que seguir luchando porque el Bahía de Palma está muy vivo, tenemos la cocina de siempre y contamos con toda su gran historia vinculada al flamenco y a la ciudad”.

De hecho tienen multitud de anécdotas de visitantes de otros países, desde México, Alemania, y otros puntos de España que acuden exclusivamente a este bar. Explican los propietarios que “el 1 de enero por la noche vamos a tener que abrir para el aniversario de una familia de polacos que vienen en esas fechas y que quieren celebrarlas aquí”.

Ejercen además como guías turísticos indicando a todos los que por allí pasan en busca de los monumentos de la ciudad dónde encontrarlos e incluso explicándoles partes de esa historia que también ha visto pasar este inmueble.

De momento ya están buscando un revulsivo de cara a la Navidad y el 22 de diciembre realizarán la que será la segunda Zambomba Flamenca a partir de las 22.00 horas. Participará el coro de Rafael Cortés y el coro rociero de La Cañada.