Emergencias 112 Andalucía ha gestionado un total de 3.469 incidencias relacionadas con incendios en vivienda en lo que va del año, entre el 1 de enero y el 15 de diciembre de 2016, la mayoría de ellos en el período de invierno, según informa el Teléfono Único de Emergencias, servicio adscrito a la Consejería de Justicia e Interior de la Junta.
En Almería registra 239 incendios domésticos, la segunda provincia andlauza donde menos siniestros de estas características se han registrado. Sevilla ha sido la provincia que más incendios en hogares ha registrado, casi un millar (996), junto a Málaga con 593. A continuación se han situado Cádiz con 475 y Granada con 429. A mayor distancia, se ha posicionado Jaén (270), Huelva (243), Almería (239) y Córdoba (224).
El mes de enero ha sido, hasta el momento, el que ha aglutinado un mayor número de incendios domésticos, con un total de 365 incidentes, seguido de noviembre con 358. En los primeros quince días de diciembre el Centro de Coordinación 112 ha gestionado ya 161 fuegos en casas y pisos de toda Andalucía.
La cifra muestra un descenso respecto al pasado 2015 (3.886 incidencias), en siete de los doce meses del año: enero (365), febrero (292), mayo (259), junio (260), julio (304), agosto (321) y octubre (264); mientras que la cifra se incrementa respecto al mismo período en marzo (345), abril (265), septiembre (275) y noviembre (358).
Gestos que salvan vidas
El servicio de emergencias andaluz recuerda que hay pequeños gestos que ayudan a disminuir el riesgo de incendios como, por ejemplo, el buen uso de enchufes e interruptores, que deben mantenerse siempre en un óptimo estado de conservación; o el empleo de alargaderas o enchufes múltiples de acuerdo a la potencia máxima que admiten y que suele estar marcada en la parte inferior de los mismas. Hay electrodomésticos, como planchas o calentadores portátiles, que requieren el empleo de enchufes con toma de tierra para evitar incidentes.
Es fundamental que se evite el contacto de ropas de camillas, enaguas, visillos o cortinas con las fuentes de calor. Los más pequeños de la casa y las mascotas pueden involuntariamente acercar estos textiles a braseros o estufas y provocar un incendio por lo que si se extrema la vigilancia en este sentido se disminuye el riesgo. En caso de que se empleen estufas o braseros que emitan gases, las estancias deben mantenerse debidamente ventiladas, de esta manera se evitan intoxicaciones por monóxido de carbono, gas silencioso que en altas concentraciones puede llegar a ser mortal.
Algunos lugares de la casa precisan de un especial cuidado para evitar incendios, es el caso de las cocinas, garajes y trasteros. Espacios en los que se suelen acumular productos de limpieza o aerosoles, así como disolventes y pinturas que deben mantenerse alejados de hornillas, hornos, termos o calderas para evitar su inflamación. Es aconsejable mantener libres de grasa las hornillas y campanas extractoras ya que favorece la propagación del fuego en caso incendio. Disponer de un extintor a mano y estar familiarizado con su manejo para actuar con celeridad ayuda a apagar cualquier conato y es siempre de utilidad. Las rejillas de ventilación de la cocina y el estado de las conducciones de gas deben revisarse periódicamente vigilando que nada las tape y que las uniones no presentan fugas.
En caso de incendio
En caso de que se produzca un incendio en el hogar se debe mantener la calma y llamar lo antes posible al teléfono 1-1-2. Si el fuego está en el interior de la vivienda y aún es posible salir se hará con rapidez y se cerrarán todas las puertas y ventanas al paso. En la mayoría de los casos, el humo dificulta la respiración y la visibilidad, para intentar paliar esta situación, lo más recomendable es gatear lo más próximo al suelo posible y con un paño húmedo para evitar la inhalación de particulas. Antes de abrir una puerta es preciso comprobar que no esté caliente y que no sale humo por las rendijas. Si se da alguna de estas circunstancias, lo más recomendable es no abrirla.
En la huida se tienen que usar siempre las escaleras, si el humo y las llamas lo permiten, y nunca se utilizará el ascensor. En ningún caso hay que detenerse a recoger enseres u objetos personales y, una vez fuera del domicilio, no se volverá a entrar de nuevo. Cuando el incendio no permita salir de la casa y sea preciso confinarse en su interior, hay que cerrar todas las puertas que nos separen del foco del incendio y acudir a una habitación próxima a la calle por cuyas ventanas o balcones para hacernos visibles y que los bomberos puedan realizar el rescate con mayor facilidad.
Además, es aconsejable humedecer varias prendas de ropa y ponerlas en las rendijas de las puertas para evitar el paso del humo. En caso de que se le prenda su ropa prende, lo mejor es tumbarse en el suelo y rodar sobre si mismo para apagar las llamas. Es muy útil que las personas que viven en una misma vivienda concreten un plan de salida en caso de incendio y una zona de encuentro en el exterior. Si la cosa cuenta con rejas toda la familia debe conocer dónde están las llaves que permitan abrirlas en caso necesario.
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