Conmemoración de la toma de la ciudad por los Reyes Católicos

Eran las 10.45 horas de la mañana. El portador del Pendón, el concejal más joven de la Corporación que por séptimo año consecutivo era Carlos Sánchez, se colocaba a los pies de la balconada del Ayuntamiento de la capital donde ya ondeaba el estandarte de la ciudad flanqueado por miembros de la Legión.

Se acercaba entonces el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, tomaba el Pendón en sus manos y le pedía a Sánchez que prometiera que iba a devolverlo en perfectas condiciones hasta tres veces, como manda la tradición, y tras los tres síes comenzaban los sones de la música mientras bajaba el estandarte hasta la solería de la Plaza Vieja.

Como siempre los trabajadores municipales ayudaron al portador a colocarse al hombro el Pendón y arrancar con paso firme el recorrido por las calles del centro de la ciudad.

El desfile, que estuvo acompañado en sus primeros momentos por poca gente a pesar de que sí que era festivo local este 26 de diciembre, contó con menos presencia institucional que otros años. Allí estuvieron representantes del equipo de Gobierno (no al completo), cuatro concejales del Grupo Municipal Socialista, desde Ciudadanos estuvo en soledad su portavoz, Miguel Cazorla, y como ya es habitual, no acudió nadie de Izquierda Unida.

Desde la Junta de Andalucía acudió la delegada de Gobierno, Gracia Fernández, y desde el Gobierno, el subdelegado Andrés García Lorca. Llamó la atención que por segundo año consecutivo no acudiera nadie de la Diputación provincial a pesar de que algunos de sus miembros son concejales de la capital.

Además de la representación del rector de la Universidad de Almería, Carmelo Rodríguez, así como autoridades militares y policiales.

Itinerario
Tras las calles del entorno de la Plaza Vieja el Pendón llega a la Catedral, toca cambio de escolta, de las autoridades terrenales a las eclesiásticas, y acompañadas por ellas recorrerán el resto del centro hasta entrar en el templo.

Tras un largo acto religioso, el Pendón a manos de Carlos Sánchez, que tuvo que luchar contra el frío y algo de viento, retomó el camino de vuelta a la Plaza Vieja en donde ya le esperaban bastantes más almerienses. Allí devolvía el estandarte que regresaría al balcón de la Casa Consistorial desde el que el alcalde realizaría, por segundo año, su tremolación. 

Con el ya tradicional “Almería, por Andalucía, por España, por los Reyes Católicos y por la integración  de todos los pueblos” seguido del movimiento del Pendón hasta en tres ocasiones, que nuevamente este año se ha realizado sin problemas de ningún tipo, se daba paso a los himnos de Almería, Andalucía y España para cerrar el acto con el saludo del alcalde a las autoridades presentes.

Se culminaba así un año más una celebración que, a pesar de haberse intentado adaptar a los tiempos con el cambio de la frase durante la tremolación, para el Grupo Municipal Socialista sigue adoleciendo de una vinculación religiosa excesiva, motivo por el que sus concejales no entraron a la eucaristía.

Reacciones
Fernández-Pacheco destacó la “normalidad” con la que se desarrolló este homenaje que rinde la ciudad. Reconocido la “trascendencia histórica” de esta fecha que es “una celebración muy solemne que supone el reencuentro de los almerienses con una de nuestras más antiguas tradiciones”.

Al mismo tiempo quiso  subrayar la fuerte “identidad local” de los almerienses, señalando este día como “muy importante para ejercer esa reafirmación de nuestra historia. Ello no significa ir contra nadie y sí a favor de lo que somos”.

Carlos Sánchez, por su parte, tildó de “orgullo y privilegio” el poder “portar el estandarte en esta jornada. Son más de 500 años de historia los que se recuerdan. Más allá de los sentimientos políticos e ideologías creo que esta fecha es motivo de celebración”.