Verdegay: “El Catálogo de Edificios Protegibles en Almería es miserable”

Francisco Verdegay, presidente de la Asociación Amigos de La Alcazaba asegura que Almería, en los años 70, era una de las cinco capitales donde más se había destruido el patrimonio, algo propiciado por la “falta de cultura, falta de burguesía ilustrada y poco amor propio”. Vino a decir esto para referirse a que ahora, en estos momentos, el Catálago de Edificio protegibles en Almería es miserable y no hay interés en ampliarlo. Ahí está el edificio del Puerto Rico. El Mercado Central ni siquiera es Bien de Interés Cultural”, critica. 

Se queja de que el concepto de patrimonio para alguna gente sean “objetos de arte descontextualizados”. “Pero son todos aquellos objetos materiales e inmateriales que nos hablan de nuestra cultura”.

Asegura que, quienes como él, son viajeros se fijan  en las cosas y sienten “mucha pena “de cómo está el patrimonio de Almería, como ciudad y por el cuidado de nuestros monumentos y la poca identidad que hay”.
Explica que Albarracín es una ciudad que tiene 1.000 habitantes y estaba abandonada, y que “hoy tiene 140.000 visitantes y no le interesaba declararlo Patrimonio de la Humanidad”. 

La Alcazaba
Explica que allí “es muy importante que nada se vende si antes no se ha puesto bonito y eso es gran parte de su éxito”. Pero considera que si La Alcazaba tiene 250.000 visitantes, los tiene solo “porque tiene las puertas abiertas, no porque esté bonita, ni tenga musealización, ni haya actividades”.  “Hay muchos almerienses que ni conocen La Alcazaba ni conocen Almería y su historia”, añade Verdegay.

Echa en falta algo más de participación de la sociedad civil para reclamar a las administraciones. Desde que empezaron como asociación hasta ahora hay mucha más sociedad civil que se preocupa por el patrimonio. “Pero la actitud de las instituciones y los políticos no ha cambiado, tampoco en el reconocimiento de la sociedad civil”, dice. En lo que se refiere a La Alcazaba “hay una cosa que es lo que más señalábamos: La gestión que se ha hecho es lo peor, no es el hecho en sí del taladrazo. La respuesta de la administración es la de no dar explicaciones a nadie, pero ha incluido la normativa del Patrimonio, aquello a lo que está obligado por Ley, y se lo ha saltado y engaña para camuflar esa práctica”.  “Como no había respuesta cuando el taladrazo, lo ignoraron y cerraron el recinto para que no hubiera fotos y en 48 horas se presentaron en la Fiscalía para decir que estaba arreglado el tema. Así actúan”, sentencia.