Las infraestructuras son las que tienen que situar a Almería en el mapa. La A7 ha acercado la provincia a Málaga y a su Aeropuerto Internacional. Una conexión con el mundo entero para vender la Almería turística y agrícola. Más y mejores infraestructuras permitirán a Almería seguir creciendo, entiende el presidente de la Diputación. Gabriel Amat apuesta por que los cuatro próximos años sean los de la Alta Velocidad. Ya toca.
La autovía A7
En hora y media la autovía que conecta Almería con Málaga, conecta la provincia almeriense con el mundo entero a partir del Aeropuerto Internacional Pablo Picasso. Una conexión que saca a Almería de un aislamiento histórico y que permite a la provincia y a la capital almerienses situarse en el mapa turístico internacional. Tener salida, estar conectados implica desarrollo del turismo y también de la agricultura, ha venido a decir el presidente de la Diputación Provincial, Gabriel Amat.
El turismo
De la mano de unas infraestructuras que unan y no separen o aislen, Almería puede despuntar como la provincia turística que es. Y, en este sentido, el turismo almeriense se complementa con el malagueño. Son muchos los turistas que llegan hasta Almería a través del Aeropuerto Internacional de Málaga y que pueden disfrutar de un turismo activo y cinematográfico. Málaga ha sido aeropuerto de salida, pero también de entrada. Los touroperadores no podían volar a Almería, recuerda Amat, dado que el aeropuerto almeriense era y sigue siendo uno de los más caros. La proximidad de Málaga es, entonces, una oportunidad. Además, insiste el presidente de la Diputación, el esfuerzo almeriense ha obtenido importantes resultados y el Aeropuerto de Almería ha logrado, entre 2015 y 2016 aumentar un 50% el turismo internacional. “Algo que se consigue con trabajo y esfuerzo y también gracias a las 30.000 camas hoteleras que hay en la provincia”.
Agricultura
Y si las infraestructuras, siempre eje vertebrador del discurso del presidente de Diputación, son importantes para el turismo, también son fundamentales para la agricultura. Es la agricultura almeriense lo que “da estabilidad económica” a la provincia. Y eso que, insiste Amat “le falta más ayuda y colaboración de todas las administraciones” en un asunto básico como es el agua. “Sin agua no hay ni turismo ni agricultura”, dice.
Agua. Costó mucho trabajo, “sudor y lágrimas”, conseguir el agua. Y ahora hay que seguir peleando, ha dejado caer Gabriel Amat, para quien “no vale decir que se están haciendo desaladoras, que también. Pero, ¿a qué precio? Sin agua la provincia de Almería no logrará un desarrollo en el que trabajan sus ciudadanos. Son, precisamente, los almerienses quienes gracias a su esfuerzo y trabajo han logrado dar la fuerza necesaria para que Almería sea “una de las provincias más estables de Andalucía”. Y es ese trabajo y esfuerzo el que van a seguir aplicando para que el agua sea una realidad que implique el desarrollo de dos de sus sectores fundamentales: turismo y agricultura.
Alta Velocidad
Esos pasos que, con esfuerzo, han ido dando los almerienses para ir saliendo de un aislamiento al que la provincia ha sido sometida por la falta de infraestructuras adecuadas, van a tener que continuar firmes para seguir avanzando. El presidente de la Diputación Provincial ha asegurado, en este sentido, que va a “pelear por que los próximos cuatro años sean los de la Alta Velocidad para la provincia”. En este sentido, ha reconocido sentir “envidia, pero sana”, de la vecina Málaga. “Nos alegramos de que todas las ciudades tengan de todo, pero también queremos que haya un poquito para nosotros”, ha dicho en referencia a la Alta Velocidad y al corredor mediterráneo. Un eje que tiene una potencialidad “inmensa” y que permitirá a Almería abrirse al resto de Andalucía y de España. Y para conseguir esos pasos tan importantes en nuevas infraestructuras, Amat ha solicitado la “ayuda” y “colaboración” del alcalde malagueño, Francisco de la Torre. En este sentido,ha reconocido que siempre, tanto el alcalde de Málaga como el presidente de la Diputación malagueña “han colaborado con Almería”.
Similitudes
Esa colaboración entre provincias y capitales vecinas es mutua, entiende Amat, que dice que los almerienses aprenden de Málaga y los malagueños también aprenden de Almería. “Somos muy parecidas”, asegura. Y cita un clima similar y un desarrollo turístico con unas playas parecidas “aunque las de Almería sean un poquito mejores”, ha bromeado. El caso es que Almería también es una provincia turística y si bien tiene que mirar a aquellas otras provincias, como la malagueña, que “van por delante”, sí tiene cosas únicas que ofrecer. Gabriel Amat está orgulloso del turismo que hoy gira en torno al cine. Un turismo cinematográfico que bien puede complementar el turismo de museos que llega a Málaga. Almería puede ofrecer también y, de hecho, ya lo ofrece un turismo activo, aseguran desde Diputación.
Esfuerzo y unión
Frente a otras provincias andaluzas, la almeriense ha vivido separada por culpa de las infraestructuras. Un camino, el del aislamiento que se ha llevado “medio bien” gracias a los propios almerienses, que han dado la fuerza necesaria para seguir adelante. Un esfuerzo que ha cosechado frutos, dice Amat, que destaca la unión a la hora de afrontar momentos difíciles. “Hemos pasado unos malos momentos. Difíciles. Y ha habido empresas que se han quedado por el camino, aún así hemos sabido adaptarnos”, ha asegurado en el marco del encuentro Almería-Málaga propiciado por La Voz de Almería y Unicaja. Una adaptación que pasa por “seguir aprendiendo de otros, invertir y crear puestos de trabajo, como hace Diputación”.
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