Una conversación con el ministro sobre el AVE en pleno Congreso del PP

Las comunicaciones de Almería, en los pasillos del cónclave

De la Serna, Luis Rogelio Rodríguez y Pedro M. de la Cruz.
De la Serna, Luis Rogelio Rodríguez y Pedro M. de la Cruz.
Simón Ruíz
10:13 • 11 feb. 2017

El avión en el que viajaba ayer buena parte de la delegación almeriense que participa en el congreso nacional del Partido Popular llegó a Barajas con una hora de retraso, aproximadamente.




A buen seguro, que más de uno comentaría en voz baja que con el tren de alta velocidad, el AVE, ya en servicio no habría pasado eso, es decir, que se hubiera llegado con puntualidad inglesa a la capital del Reino.




De nuevo, las comunicaciones se convirtieron en protagonista de una jornada política que casi llegó a su fin con un encuentro con el ministro de Fomento, el santanderino Íñigo de la Serna.




El exalcalde y senador del PP de Almería, Luis Rogelio Rodriguez-Comendador, propició una conversación entre el director de LA VOZ DE ALMERÍA, Pedro Manuel de la Cruz, y el ministro sobre las demandas de infraestructuras en la provincia y, sobre todo, del AVE.




Todas las mañanas, a través de la plataforma Kiosko y más, el titular de Fomento lee este periódico. Y casi todas las mañanas, en sus páginas se informa de los retrasos que acumula el tramo entre Pulpí y Cuevas del Almanzora, esperando las traviesas.




No hizo falta, entonces, refrescarle mucho la memoria. Ya se encargan de ello, según confesó, los diputados almerienses Rafael Hernando y Juan José Matarí. Y hasta el propio Luis Rogelio Rodríguez. El ministro y el senador mantienen una amistad desde hace muchos años.




Así que Íñigo de la Serna no tuvo más remedio que coger el toro por los cuernos, rodeado por el director y dos periodistas de este medio - Javier Romero y por el autor de esta crónica entre pasillos del congreso, y asegurar que en su departamento, en particular desde ADIF, “se está trabajando full time” para desatascar una obra que se ha cruzado en su camino con expropiaciones y centenares de tortugas moras.




En un momento de la conversación, distendida en todo momento, solté una frase a modo de sentencia. “Yo soy el culpable”. De la Serna tenía delante a ese periodista que con tanta insistencia informa de las quejas y lamentos de una sociedad almeriense cansada ya de promesas desde que otro ministro - entonces del equipo de José María Aznar - dejara caer que para el 2005 la cosa cambiaría. Ya estamos en 2017.


El titular de Fomento, siguiendo con el tono irónico de la conversación a las puertas del plenario del congreso popular, comentó que estaba dispuesto a tomarse unas cervezas con nosotros. “E invito yo”, dijo.


Algo parecido, salvando las distancias, comentó a este periodista la exministra Ana Pastor. Casi va a hacer un año de su propuesta: ir juntos desde Madrid a Galicia en un tren y comprobar si es más rápido que el Talgo que une Almería con Madrid. Nunca se llegó a formalizar ese ofrecimiento. Aunque es cierto que entre Madrid y la tierra de Mariano Rajoy hay trenes que siguen dejando mucho que desear, también lo es la lluvia de millones que ha caído últimamente en esa comunidad. En Almería, nos toca esperar, Hasta pronto, ministro.



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