La Consejería de Salud ha activado este mes de junio el Plan Andaluz de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud, dirigido especialmente a la población más vulnerable, como son las personas mayores, pacientes crónicos, personas con trastorno mental grave, menores de 4 años (especialmente lactantes) y personas que trabajan expuestas al sol. Asimismo, y según los casos registrados en los últimos veranos, se busca concienciar también a personas que practican deporte en las horas más calurosas del día.
Para la secretaria general de Salud Pública y Consumo de la Consejería de Salud, Josefa Ruiz, que ha presentado hoy en rueda de prensa este Plan, el objetivo es “minimizar las consecuencias de salud que el calor pueda tener sobre la población, sobre todo, los colectivos más vulnerables”.
Este plan de prevención se basa en la vigilancia, control y seguimiento de la población de riesgo, con la identificación de las personas más vulnerables a las altas temperaturas y con la coordinación efectiva entre las diversas instituciones y organismos implicados (servicios sociales, centros sanitarios, residencias, organizaciones de voluntariado, 112, etc.).
Así, desde los centros de atención primaria se ofrece información a la población general y se trabaja en la identificación de los pacientes de riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que realiza Salud Responde. Además, se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.
Las personas identificadas como población de riesgo son, en su mayoría, mayores de 65 años, pacientes frágiles que viven solos, cuyo estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de alta morbilidad (insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión arterial o diabetes mellitus) o que tomen un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al calor (psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos), a lo que se suma en muchos casos que estas personas no disponen de condiciones de habitabilidad adecuadas en sus viviendas para protegerse del calor. Su seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.
Hasta el momento, se han identificado a 4.089 personas en situación de vulnerabilidad, cifra que el año pasado al final del verano alcanzó las 10.021 personas. Salud Responde realizó el seguimiento de estas personas con un total de 8.006 llamadas. Asimismo, entre junio y septiembre de 2016 se incluyeron a 4.999 personas en el programa de seguimiento domiciliario y telecontinuidad que se hace cuando un paciente frágil es dado de alta en un centro hospitalario andaluz. La edad media de estos pacientes fue de 72 años y de los que el 46% eran mujeres y el 54% hombres.
Igualmente, también se remiten instrucciones y recomendaciones a profesionales de los centros residenciales dependientes de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, que reciben información sobre el uso y conservación de medicamentos, medidas preventivas y protocolos de actuación ante la aparición de sintomatología relacionada con el calor.
Asimismo, casi 204.000 usuarios del Servicio de Teleasistencia de la Junta de Andalucía tendrán acceso a la información y recomendaciones sobre el calor. El pasado verano, desde este servicio se realizaron 143.915 llamadas de control y seguimiento de los usuarios.
Recomendaciones frente al calor
Josefa Ruiz ha recordado las recomendaciones básicas que la población debe tener en cuenta ante la llegada del verano y las altas temperaturas, como son evitar la exposición durante las horas más fuertes de sol, salir con protección (tanto con ropas ligeras y de color claro, y sombreros como con protección solar), ventilar las estancias, bajar las persianas y cerrar las puertas durante las horas de temperaturas más elevadas, mantener un buen nivel de hidratación bebiendo mucha agua, conservar adecuadamente los alimentos, moderar los ejercicios que exijan mucho esfuerzo físico en las horas centrales del día, etc.
La Consejería de Salud pone a disposición de la ciudadanía diversos canales de información donde poder realizar consultas y conocer recomendaciones para reducir los posibles riesgos que las altas temperaturas puedan ocasionar en la salud y acerca de otros aspectos o síntomas relacionados con el calor. Así, se ha habilitado, como cada verano, el apartado 'Verano 2017: Cuidados frente al calor' en la web de la Consejería de Salud– un espacio en el que la ciudadanía puede encontrar información general de interés sobre cómo afrontar la subida de temperaturas e identificar situaciones de riesgo.
También a través de la App Salud Responde, que ya se han descargado gratuitamente más de 1.6 millón de usuarios, se ofrece información actualizada sobre los niveles de alerta sanitaria ante las altas temperaturas. Asimismo, los usuarios pueden consultar las previsiones de temperaturas para cada una de las provincias andaluzas y recibir notificaciones mediante el servicio de mensajería de la App sobre cualquier cambio o activación en los niveles de alerta establecidos.
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