La cerveza es una bebida alcohólica, no destilada y de sabor amargo que se fabrica con granos de cebada germinados u otros cereales cuyo almidón es fermentado en agua con levadura y frecuentemente aromatizado con lúpulo. Aunque la cebada es el cereal que mejor se presta a esta elaboración, también se emplea en algunos países el trigo, arroz o mijo. Pero seguro que son pocos los que todavía no saben qué es la cerveza, así que centrémonos en lo importante y vayamos a la pregunta del millón...
¿Engorda mucho la cerveza?
La cerveza contiene poco azúcar y nada de materia grasa. Aporta fósforo y vitaminas hidrosolubles del grupo B, como la B12 y niacina principalmente. No es una buena bebida para deportistas, ya que la cantidad de sodio que contiene es inferior a las de las bebidas rehidratantes y la cantidad de alcohol que contiene juega en contra de la retención de fluidos que una persona activa necesita para rehidratarse.
A pesar de que a la cerveza se le han atribuido muchas propiedades saludables por su aporte de ácido fólico, fibra, calcio, cobre, silicio y manganeso, produce más efectos beneficiosos no tomarla que tomarla. Su contenido en estos nutrientes no cubre ni el 15% de la CDR (requisito para que se pueda alegar que un alimento es fuente de un nutriente). Alimentos como las espinacas, las alubias rojas, la leche o las almendras lo superan con creces en ácido fólico y calcio, por ejemplo.
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