El encanto turístico de Almería no se comprende sin uno de los principales atractivos, el clima, que combinado con sus playas forman un conjunto seductor en la época estival. A esto se añade su inigualable gastronomía, cuyo principal sello de identidad es la tapa. Cada uno de los turistas que decide pasar una estancia -breve o larga- en la capital, encuentra un aliciente diferente pero, ¿cómo son estas personas que cada verano acuden a disfrutar de esta tierra?
El turismo en la hostelería y, más concretamente, en la zona del paseo marítimo, tiene unas características concretas de las que deriva un perfil que los propietarios de los locales establecen. En primer lugar, se trata de un nicho fundamentalmente familiar. Si bien es cierto que es lo común, también lo es que depende de la franja horaria. Durante el día, suelen verse familias acompañadas de niños. Sin embargo, por la noche es más frecuente ver parejas.
En cuanto al poder adquisitivo, los hosteleros destacan que se trata de personas pertenecientes a una franja de clase media y media alta, tal como afirma el gerente de El Rincón de Yebra. Aunque también difiere según las zonas y, tal como reconocen los propietarios y encargados de algunos de los negocios, no es posible determinarlo con exactitud.
Nacionalidad
Lo que sí puede decirse es de dónde provienen estos visitantes, que son en su mayoría nacionales. No obstante, este turismo de sol y playa también trasciende las fronteras. Así, proceden de muchas partes de España, especialmente de Madrid, señalan desde la práctica totalidad de los negocios. Otro punto de partida destacado es Barcelona, y también se reciben turistas de la zona norte. No obstante, también son muchos los andaluces que acuden a estos lugares.
De hecho, el propio presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (Ashal), Diego García, considera que “el verano es de los jiennenses” que, junto a los cordobeses y, en menor medida, malagueños, completan la demanda turística andaluza en la capital. “Estos, generalmente, pertenecen a las segundas generaciones de almerienses que emigraron a otros puntos, y que suelen tener apartamentos”.
Por su parte, el turismo internacional difiere según el mes de forma que, en agosto, hay mayor cantidad de alemanes, mientras que tanto ingleses como franceses -las otras dos nacionalidades más relevantes en cuanto a presencia- visitan la capital tanto en julio como en agosto, tal como aprecian en el chiringuito a pie de playa El Palmeral. LaTrattoria del Mar destaca un dato halagüeño y es que, con el incremento de frecuencias de vuelo en el aeropuerto, se ha favorecido la plurinacionalidad turística, llegando a recibir portugueses o italianos, entre otros. En el caso de la Cabaña del Tío Tom, su propietario indica que hay una tendencia creciente en el número de familiares de Erasmus que vienen a visitar a estos estudiantes.
Por cabeza
En cuanto al gasto por persona, todos los establecimientos consultados coinciden en el hecho de que depende de muchos factores. En las cafeterías, generalmente, no suelen escatimar en desayunos, según explican en El Delfín Verde o el Café París. Así, el promedio del gasto per cápita ronda entre los 2 y los 3,50 euros. En este tipo de establecimientos, también cuentan con una gran afluencia a primera hora de la tardes, como señalan desde la Cafetería Antártida.
La tapa es el buque insignia de la hostelería almeriense. El turista que tapea gasta entre 6 y 10 euros, pero la cuenta asciende a 12 o a 15 euros por cabeza si deciden consumir raciones. No obstante, lo más frecuente es lo primero, tal como explican desde El buen Saber. En estos establecimientos hay mayor clientela en la franja nocturna que durante el resto del día. Esto también ocurre en heladerías como Alaska o La India Playa, y el gasto medio de sus clientes se encuentra entre los 2 y los 4 euros por persona.
Valoraciones
Con todos estos datos sobre la mesa, cabe preguntarse si las cifras del presente mes y las previsiones del mes próximo son halagüeñas. En ese sentido, las opiniones son dispares. Algunos negocios consideran que el turismo ha sufrido una disminución notable con respecto al pasado año. De hecho, apuntan desde un 20 a un 50% menos, y lo achacan, principalmente, a la falta de aparcamientos, hoteles, aunque también a las condiciones climatológicas. No obstante, no todos ellos coinciden, pues algunos insisten en que el turismo se ha mantenido respecto a 2016.
Desde Ashal, Diego García, también propietario de El Portón de la Bahía, explica que, antes de comenzar julio, las previsiones rondaban el 75%, “pero estamos a la espera de cerrar el mes, y probablemente superará ese porcentaje”. Y, según José Antonio Membrive, secretario de la Federación Andaluza de Empresarios de Playas (Faeplayas), las expectativas para agosto son positivas porque “se espera recuperar la bajada de junio”. Además, García añade que se espera una ocupación del 89% aproximado para esta ciudad que “ha dejado de ser la más barata de España”.
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