Cada año se diagnostican unos 150.000 casos de cáncer de piel en España. En los últimos cuatro años se ha producido un aumento del 38% en la incidencia de este tipo de tumores, lo que supone un incremento de casi el 10% anual en nuestro país. No son datos para tomarlos a broma. Los dermatólogos insisten que la prevención y el diagnostico precoz son fundamentales para bajar estas cifras pero llega el verano y las playas se llenan de cuerpos quemados. Una irresponsabilidad que tiene consecuencias a largo plazo porque el daño producido por la exposición al sol es acumulativo. La doctora Elena Tévar, de la Clínica Dermatológica Internacional, recuerda que hay que tener especial cuidado con los niños: "El 80% del daño de la piel por el sol se produce antes de los 18 años".
Teniendo en cuenta que hay que evitar la exposición solar en los momentos del día cuando su luz es más fuerte (normalmente entre las 12:00 y las 16:00) y guiándonos por el sentido común, que muchas veces es el mejor consejero, a los remedios tradicionales para prevenir quemaduras, se han ido incorporando nuevas soluciones para poder tomar el sol sin riesgos. Repasamos algunas de ellas:
Cremas solares
Hay que utilizar un protector solar alto que proteja tanto de los rayos UVB como de los UVA, hay que acordarse de volverlo a aplicar cada dos horas y cada vez que salgamos del agua. “Habitualmente en España aconsejamos un factor de protección 30 durante todo el año y 50 en verano”, señala la doctora Tévar que provecha para recordar que las cremas solares no deben utilizarse en menores de 6 meses.
Fotoprotección oral
Es una de las principales novedades en fotoprotección de los últimos años. Ahora podemos protegernos del sol también vía oral, es decir, mediante pastillas. Carentes de efectos secundarios, han demostrado ejercer un efecto preventivo de los daños inducidos por la radiación UV en la piel. “Al igual que se hace con los fotoprotectores tópicos, en los fotoprotectores orales se tiende a combinar sustancias, fundamentalmente de efecto antioxidante, potenciando así el efecto fotoprotector global”, añade la doctora.
Parches y pulsera
Lo primero que hay que dejar claro que este no es un método en sí mismo, hay que echarse crema también. Es un sistema que aporta daros sobre el nivel de radiación solar que estamos recibiendo. Un paso más para tomar conciencia de los riesgos que conlleva la sobreexposición. My UV Patch son unos parches que se ponen en la piel y cambian de color en función de la dosis de rayos UV que reciban. Cada parte va unido a una aplicación que indica qué tipo de protección hay que utilizar en función de las necesidades de la piel y del momento. Tiene forma de corazón y se puede colocar tanto sobre la mano como a la altura de la muñeca, para que esté accesible al móvil cuando haya que acercarlo. Aguanta sin despegarse hasta 5 días y, cuando cumple su función, deja una marca con forma de corazón.
La pulsera June de Netatmo funciona de una forma muy similar a los parches. Es muy bonita pero tiene dos fallos importantes: su precio (cuesta 99 dólares) y que la aplicación no está disponible en Android todavía.
Bañador conectado
Los bañadores de la marca francesa Spinali Design suponen un paso más allá en wearables respecto a los parches y la pulsera pero en realidad su tecnología es la misma. Los bañadores llevan incorporado una plaquita que se conecta con una aplicación en la que previamente hay que especificar cuál es nuestro tipo de piel. En base a la sensibilidad de los rayos UV del sol de ese día, el sistema calcula automáticamente cuándo debes ponerte más protector solar. Ha modelos disponibles para hombre, mujer y niños y su precio ronda los 130 euros.
Aplicaciones
Hay multitud de aplicaciones que nos informan de los índices UV por hora allí donde estemos y que tienen en cuenta nuestro tipo de piel para mandarnos alertas sobre qué cuidados debemos tener. Por citar algunos ejemplos: Dr. UV Skin Care, UV Lens, Q Sun, Indice Ultravioleta, No te Quemes, UV Derma… no está de más que nos instalemos una este verano.
Una sustancia que broncea sin tomar el sol
Un estudio publicado en la revista estadounidense Cell Reports, ha concluido que sustancia capaz de penetrar la piel y broncearla sin exponerla a los rayos ultravioletas. Así, se evitaría el riesgo de desarrollar cáncer. Esta nueva molécula tiene que someterse todavía a test pre-clínicos antes de determinar su inocuidad en los humanos pero puede suponer un antes y un después.
Gafas de sol, gorras o sombreros
No son ninguna chorrada. Realmente suponen un alivio para la piel y los ojos. Recuerda también que la ropa es una excelente medida fotoprotectora, es decir, si ves que estás dando un paseo y te estás quemando la espalda, procura tapártela.
Maquillaje
“Se recomienda el uso de un maquillaje con un alto factor de protección solar. Si se realizan actividades que aumenten la sudoración, será preciso aplicar de nuevo el maquillaje cada 2 horas”, recomienda la doctora Tévar.
Autobronceador
Es la solución más sencilla para estar moreno sin tomar el sol. Pero si lo que quieres es ir a la playa y quitar un poco de blancura, recuerda que es importante que ese autobronceador tenga también protección solar.
Zanahoria
La zanahoria no protege de los rayos del sol pero, al ser rica en betacarotenos, facilita el bronceado. Además, contienen vitamina A, E y K, así que si la introduces en tu dieta en verano tendrás doble beneficio.
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