El primer fármaco que protege el riñón existe gracias a investigadores españoles

Los investigadores del Hospital Gregorio Marañón confían en que pueda comercializarse en 2019

Se trata de la primera patente mundial de una molécula que protege al riñón impidiendo que se extienda el fallo renal. / Imagen de archivo
Se trata de la primera patente mundial de una molécula que protege al riñón impidiendo que se extienda el fallo renal. / Imagen de archivo
Cadena SER
19:02 • 02 ago. 2017

Esta molécula, llamada cilastatina, actúa como un protector del riñón frente a la toxicidad provocada por otros fármacos. Una reacción que es mucho más habitual de lo que podemos pensar, ha explicado el doctor Alberto Tejedor, Director del laboratorio de fisiopatología renal del Gregorio Marañón ya que sólo en el Gregorio Marañón, añadía, el año pasado se dieron 2.000 casos de fallo renal en pacientes ingresados que estaban siendo tratados de otras enfermedades. El nuevo fármaco abre la posibilidad de mejorar y ampliar los tratamientos más eficaces en enfermedades como el cáncer o el VIH, según informa Sonia Ballesteros en la Cadena SER.




Los investigadores del Laboratorio de Fisiopatología Renal del Gregorio Marañón, Alberto tejedor, Alberto Lázaro, Mª Ángeles González-Nicolás, Sonia Camaño y Blanca Humanes, han demostrado que la molécula patentada protege al riñón en más de un 80% de frente a la toxicidad de fármacos muy potentes y utilizados esencialmente en el tratamiento del cáncer, el VIH, en ciertos trasplantes y en infecciones agudas. Cuando esos medicamentos empiezan a provocar daños en los riñones se tienen que interrumpir y cambiar por alternativas menos eficaces con el riesgo que ello implica para la curación del enfermo. Este nuevo fármaco abre, por lo tanto, la posibilidad de mejorar y ampliar los tratamientos más eficaces contra estas enfermedades.




Este descubrimiento es fruto de una línea de investigación que el Hospital Gregorio Marañón inició en la década de los 90 bajo la dirección del doctor Alberto tejedor. Ahora, en unos meses, se llevarán a cabo los ensayos clínicos y los investigadores confían y desean que el medicamento pueda estar disponible para su uso en pacientes en un año y medio. Además, todo apunta a que se pondrá en el mercado a un precio asequible.









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