Un hombre agrede brutalmente al cónsul de Marruecos en su despacho

Lo ha denunciado la asociación Almohamadia, que califica los hechos de `intolerables`

El cónsul de Marruecos, Hichame Dehane, con el brazo roto en la recepción por la subida al trono de Mohamed VI.
El cónsul de Marruecos, Hichame Dehane, con el brazo roto en la recepción por la subida al trono de Mohamed VI.
Rosa Ortiz
20:15 • 14 ago. 2017

El cónsul de Marruecos en Almería, Hichame Dehane, permanece de baja médica desde  el pasado 28 de julio por las lesiones causadas por un compatriota, un hombre de 29 años también de nacionalidad marroquí, que le golpeó en su despacho originándole la fractura del brazo izquierdo.




Apenas tres días después de los hechos, Dehane ofreció la tradicional recepción por la subida al trono de Marruecos del rey Mohamed VI. Lo hizo con el brazo fracturado en un cabestrillo, como puede verse en las numerosas fotografías que se hicieron en el acto. Desde entonces, no se le ha vuelto a ver en público. 




Los hechos han sido denunciados por la asociación ‘Almohamadia para el Trabajo Social y los Derechos Humanos’, que los califica de “intolerables” y “muy graves”. “Es algo terrible e increíble y la primera vez que ocurre algo así”, relatan. 
Las lesiones sufridas por el cónsul podrían salirle caras a su agresor, ya que, según ha podido conocer LA VOZ DE ALMERÍA, Dehane le habría denunciado ya, a falta conocer qué medidas podría tomar  también Rabat por el ataque hacia un funcionario de su gobierno. 




“Nos preocupa el problema que esta persona se ha creado y no sabemos qué destino puede correr en el futuro. Entendemos que el Reino de Marruecos tomará medidas urgentes ya que una autoridad ha sido lesionada en el Consulado. Por lo que sabemos, el cónsul ha hecho su trabajo”, explica Abdellah Zaitoumy, presidente de la asociación. 
 
Discusión
Los hechos sucedieron en el despacho consular el pasado 28 de julio, después de que un ciudadano marroquí llamado Adil increpara a Hichame Dahane por la demora burocrática del Consulado en la obtención de su pasaporte, como el hombre exigía. Unas palabras subidas de tono por parte de esta persona derivaron en la agresión que mantiene de baja médica al cónsul con un brazo roto.




Según se explica desde la asociación, el agresor, un joven de 29 años, ha vivido los últimos cuatro años en Noruega, país que dejó hace unos meses para viajar hasta Almería donde intentó tramitar la obtención de su pasaporte. En el país nórdico siguen viviendo su mujer y el hijo pequeño de la pareja.  




La primera visita de Adil a las oficinas consulares, situadas en la avenida del Mediterráneo, en la capital, tuvo lugar el pasado mes de febrero.Entonces, allí se le requirió, entre otros documentos, el justificante del empadronamiento para saber si, realmente como decía, estaba viviendo en Almería. “El cónsul lo único que ha hecho ha sido hacer su trabajo. Tenía que comprobar que todo lo que le estaba contando este hombre era cierto”, argumentan desde la asociación ‘Almohamadia’. 




Al parecer, el hombre, que manifestaba constantemente su preocupación por la situación en la que se habían quedado en Noruega su mujer y su hijo pequeño, estaba “cada día más nervioso” porque en el Consulado no paraban de requerirle distintos papeles. “La discusión se produjo porque el cónsul le pidió a Adil que le dijera qué había pasado de verdad con su pasaporte  y por qué ya no lo tenía. Éste le dijo que se lo habían quitado unos policías en Valencia y que allí le había dejado toda la documentación a un abogado. Dehane le pidió los datos del letrado para hablar con él y le dijo que hasta que no estuviera todo claro, no tramitaría su pasaporte”, cuenta Abdellah Zaitoumy, que se ha reunido con ambas partes para aclarar lo sucedido. “Está jugando conmigo”, le espetó el joven al cónsul antes de agredirle. 




Puertas cerradas
“Me he reunido con él, pero me temo que tiene todas las puertas cerradas porque lo que ha hecho es un delito”, señala Zaitoumy. El joven argumenta que vino hasta Almería para solicitar aquí su pasaporte por las facilidades que se dan en la provincia para encontrar trabajo como peón en los invernaderos. 


Desde la oficina consular se inició una investigación, solicitando información a Rabat,  para conocer si el joven tenía antecedentes o si existía alguna posible vinculación con Daesh.  “No creemos en absoluto que tenga nada que ver con Estado Islámico, en la mezquita a la que acude nos dicen que su comportamiento ha sido siempre muy bueno, aunque últimamente esté más nervioso”, sostienen desde la asociación ‘Almohamadia’. 


Ahora les preocupa que el cónsul, que desde que llegó ha tenido una actitud “generosa” con sus compatriotas marroquíes, cambie por temor a que pueda ocurrir otra agresión y "filtre" las visitas a su despacho.



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