Nueve baños en nueve días y salud para todo el invierno

Para muchos almerienses los nueve baños del verano, preferiblemente durante el mes de septiembre, es una forma de asegurarse un año de buena salud, una forma de prevenir para todo el invierno los resfriados, las gripes y otras afecciones de las vías respiratorias.

La mecánica es simple, se trata de escoger el cuándo e iniciar una serie de baños diarios en el mar que tienen sus condiciones: han de ser nueve días consecutivos, sin faltar ni uno, han de ser exactamente nueve porque, según manda la tradición, en el caso de que sean pares (ocho o diez) el proceso no tendría el efecto beneficioso que se le atribuye y, más aún, incluso puede tener efectos adversos, entre ellos “que te salgan granos”, según explica convencida Rosa López, que a sus 85 años sigue practicando esta costumbre.

Tradiciones
La costumbre es antigua y en muchos casos recoge los diagnósticos y las directrices de los médicos rurales que ‘recetaban’ a sus pacientes baños de mar, sobre todo a los de las zonas de interior, para curar algunos de sus males y para fortalecer sus defensas de cara a la inminente llegada del invierno.

El doctor Carlos Ballesta explica que en muchos casos era una forma de mejorar un mal muy extendido en comarcas de interior como las de Las Alpujarras o el Almanzora “porque la dieta de los habitantes de estas zonas era muy pobre en yodo y se comprobó científicamente que tanto los baños en el mar como simplemente respirar los aires marinos aportaba yodo suficiente como para combatir  el bocio, muy frecuente en las zonas de tierra adentro”.

Esa curación llevaba a las playas a muchas personas procedentes de las comarcas interiores de la provincia, pero también de provincias cercanas como Granada o Jaén.

Mar de Almería
Ballesta, conocido tanto por ser uno de los pocos médicos capaces de operar con éxito la diabetes como por ser un estudioso de la historia, señala también que el mar de Almería es especialmente adecuado para estos baños debido a su elevada salinidad “y por eso era destino frecuente de los que buscaban la curación en sus aguas o con sus brisas”.

No sólo el bocio se curaba o se mejoraba notablemente, numerosas afecciones de la piel, como la psoriasis, encontraban alivio tras una serie de baños en la playa, lo que se convertía en otra razón para seguir la tradición de los nueve baños de septiembre.

Preventivo
Aunque la tradición se ha perdido en parte, o se ha modificado incluyendo los baños durante el verano en general, los puristas aseguran que lo adecuado es realizarlos en el mes de septiembre “porque se supone que es cuando se produce el cambio de estación y el ambiente empezaba a enfriarse, por lo que los nueve baños permitían acostumbrar al cuerpo a temperaturas más bajas e impide verse afectados por resfriados.

Aunque la tradición de los nueve baños viene de antiguo (dicen que la reina Isabel II) era fiel seguidora de esta costumbre, las nuevas generaciones la están incorporando a sus costumbres. Muchos de ellos, como Celia Iglesias, han comprobado que “realmente funciona, desde que lo hago ni un catarro, ni una gripe desde hace muchos años”.

Ahora la vieja tradición está en crecimiento, las nuevas generaciones de almerienses están asumiendo las bondades de una costumbre que llega avalada por los propios médicos que reconocen que los baños en el mar aportan “mucho más de lo que parece”.