Las matrículas gratis marcan el comienzo del curso en la UAL

Hace una semana dio comienzo el nuevo curso universitario en la Universidad de Almería (UAL), marcado, esta vez, por la novedosa iniciativa de matrículas gratis impulsada por la Junta de Andalucía. Tal y como anunció la presidenta Susana Díaz el pasado junio, se trata de una bonificación de un 99 por ciento en primera matrícula. Es decir, aquellos que hayan suspendido una materia y se matriculen en la misma por segunda vez, tendrán que pagar los créditos de esta asignatura de su bolsillo, obteniendo no obstante la bonificación en el resto de nuevas materias del curso.

El porcentaje resulta de la multiplicación del precio de un crédito por la cantidad de asignaturas aprobadas. Es por ello que la bonificación solo es posible a partir del segundo año de universidad, con el fin de comprobar la media de créditos aprobados del curso anterior.

La Junta ha destinado una partida presupuestaria de unos 30 millones de euros a este fin, y se calcula que en la comunidad se beneficiarán unos 30.000 estudiantes, una estimación aproximada que resulta de restar los becarios del Ministerio de Educación, a los que ya se les cubren los gastos de matrícula, al número total de universitarios andaluces.

La vicerrectora de la UAL, Maribel Ramírez, cuenta a LA VOZ que en la institución han acogido la medida con los brazos abiertos: “Todo aquello que suponga mejorar las condiciones del alumnado y dotar de más recursos económicos a las universidades  es bueno. Todo lo que sea premiar el esfuerzo e incentivar el rendimiento, beneficiar la igualdad de oportunidades y reconocer el talento, debe ser valorado positivamente”.

No obstante,  apunta que “solo esperamos que el coste adicional que esta propuesta supone no sea a expensas de las propias Universidades”. De hecho, uno de los aspectos que más recelo despertó entre los rectores andaluces fue que las matrículas gratis llevaran a una rebaja en la inversión en las Universidades por parte de las arcas públicas, tal y como informa Ramírez: “El compromiso de la Consejería con las Universidades es que la financiación global no se verá mermada. Las matrículas de los estudiantes suponen un porcentaje importante de los ingresos universitarios, por lo que esperamos que esa disminución de ingresos venga acompañada de un aumento de los fondos públicos”.
 
Paso previo
En general, la bonificación suscitó entusiasmo entre los estudiantes que, al obtener el justificante de automatrícula de este nuevo curso unos días antes del inicio de las clases, encontraron que apenas tenían que pagar seis euros si habían aprobado todo en el curso anterior, en contraposición a los más de 700 euros que cuesta un grado o los más de mil en los que se valora una doble titulación: “Muchos alumnos creían que era una beca que había que solicitar, como la del Ministerio de Educación”, expresa el presidente del Consejo de Estudiantes de la UAL, Cristian Álvarez, que añade que “esto es una confusión, hay que tener claro que no se trata de una beca, sino de una bonificación y, como tal, esta se aplica de oficio, sin necesidad de solicitarla”.

Se trata de una medida pionera en España que ya están estudiando otras comunidades autónomas . Como señala Álvarez, “es una medida muy positiva, ya que es un paso previo muy importante para la generalización de la educación gratuita y de calidad, algo que los estudiantes llevamos mucho tiempo reivindicando”. 

 En la misma línea opina Pablo L. Galindo, delegado de Centro de Ciencias de la Salud en la UAL: “Se premia el mérito, incentivan que estudies, y eso es algo siempre bueno”. Precisamente en el campo de Ciencias de la Salud es donde se registra un mayor número de créditos aprobados en primera matrícula en las universidades andaluzas (un 90,5%), seguido por  la rama de Artes y Humanidades y alguna de las titulaciones del ámbito de conocimiento de Ciencias Sociales y Jurídicas.

Desventajas
Sin embargo, la medida también conlleva ciertas desventajas en la universidad: la cifra de matriculados ha aumentado debido, en parte, a la llegada de estudiantes procedentes de otras comunidades autónomas cercanas. Las consecuencias directas están siendo la subida en las notas de corte de todos los grados y la masificación en las aulas. Además, supone una falta de motivación para perseguir la excelencia en las calificaciones: si bien una matrícula de honor permitía la exención del pago de créditos equivalente a una asignatura del año siguiente, ahora esta utilidad queda mermada por el pago total de todas las materias solo por aprobar.

Pese a los beneficios evidentes de la medida y a su pronta aplicación, existen algunos aspectos que perfilar, tal y como lamentan desde la UAL: “Es una medida pensada para alumnos de grado o para aquellos que pasen de un grado a otro, o de grado a máster, pero no se ha contemplado la gratuidad de matrículas para los que pasen de un máster a otro máster”.