Neófita en política hasta hace 4 años -salvo una aproximación al Gial de Juan Megino como abogada-, su capacidad de trabajo y talante le han situado en una plataforma de visibilidad política en Andalucía y España.
¿Está en estado de gracia político?
El hecho de estar en un sitio o no estar depende mucho de lo que tú hagas. Nunca he pedido nada en mi partido. Si se me escogió como portavoz adjunta en el Parlamento Andaluz se pensaría que lo podía hacer bien y estar en la ejecutiva nacional fue tan fácil como que estaba yo una tarde trabajando en mi casa y suena el teléfono y veo escrito Albert Rivera…
¿Pensó que era broma?
Siendo sincera, de los nombres que podían barajarse en Andalucía mucha gente decía que yo tenía que estar. Y cuando me llamó Albert ya me podía imaginar que era para eso. Me dijo algo habrás hecho bien para que estés ahí. Por eso yo creo que en realidad lo de la gracia política, no es tal gracia. Por lo menos en este partido lo que se tiene en cuenta es la capacidad de trabajar. No sé cómo es en otros partidos, si obedece más al tema de peloteos o enchufismos. Yo llevo 22 años ejerciendo mi profesión de abogada y sí tengo el sentido de la responsabilidad alto, cuando tengo una obligación la intento llevar lo más honestamente posible y lo mejor posible, y me esfuerzo mucho.
Recaló en Ciudadanos en un momento de desprestigio para la política, ¿se lo pensó mucho?
Pues precisamente por eso, por el hecho de ver que la política estaba muy desprestigiada en este país. Albert Rivera me gustaba cuando el partido solo estaba implantado a nivel de Cataluña, y cuando empezó el movimiento ciudadano me acerqué por eso, un poco asqueada de la situación política porque, sin haberme implicado antes en política, sí reconozco que soy una persona inquieta. Llevo afiliada desde noviembre o diciembre de 2013 pero sinceramente si a mí en ese momento me llegan a decir que iba a ser cargo, que iba a ser diputada, no me lo hubiera creído porque tampoco empecé con ese ánimo.
Fue valiente por su parte, tenía una profesión….
…. Y la espero seguir teniendo (risas), espero que no se me olvide.
¿Se ha marcado un plazo para estar en política?
Yo jubilarme en política no lo voy a hacer, a mí me gusta mi profesión. Con respecto a mi propia persona siempre he pensado en el presente, y lo que estoy haciendo en ese momento lo procuro hacer bien. Si tú a nivel personal, y en tu vida laboral estás pensando en el mañana, en realidad estás perdiendo el norte.
¿Quieres decir que no es ambiciosa?
No, no soy ambiciosa, nunca lo he sido, puedo tener muchos defectos pero la ambición no. Lo que sí sucede es que cuando las responsabilidades en el partido me vienen yo las cojo, claro que las cojo…
¿Porque es valiente?
Sí, porque soy valiente y, hombre, también porque creo que puedo llevarlas a cabo pero, sobre todo por mi sentido de responsabilidad, que ese sí es un valor que tengo. Si el partido confía en mi para llevar a cabo esas labores mi obligación y mi responsabilidad es decir que sí e intentar llevarlas de la mejor manera posible… Soy también muy obediente (risas).
También es valiente renunciar a su profesión para dedicarse a un servicio público que no está bien valorado.
Te voy a decir una cosa. Yo ingenuamente pensaba que se podía compatibilizar. El gran error de los políticos de este país, y ahora ya sí me incluyo, es que no somos capaces de hacer ver a la ciudadanía lo que realmente trabaja un político… el político que trabaja, claro. Y eso es en detrimento de tu propia vida personal. Cuando me presenté al Parlamento Andaluz, obviamente no pensábamos que íbamos a sacar ninguna representación por Almería, y como alguien tenía que dar el paso adelante y yo soy valiente, lo dí. Cuando salí, pensaba que iba a poder seguir con mi despacho porque no era consciente de la actividad y el trabajo y la responsabilidad que tiene un político.
Pero, Marta, ¿eso es así siempre o porque usted se lo toma así?
Yo creo que debe ser así, y también me lo tomo así. Si una persona decide llevar a cabo ese servicio público de representación de la ciudadanía, tiene que estar convencida de ello porque, si no, lo honesto sería quitarte y dejar paso a otro. Yo creo que soy lo suficientemente honesta como para si alguna vez dejo de tomarme esto como un servicio hacia los demás, echarme a un lado y dejar paso a otros.
¿Existe el riesgo de caer en la inercia de la que estamos hablando?
Eso depende de la forma de ser de cada uno. Soy de las que piensa que quien se mete en política debería haber tenido algún tipo de experiencia aparte y saber que la política debe ser de paso, aunque cuando estés en ella debes estar con todo tu cuerpo y alma.
Lo que quiere decir es que la profesionalización de la política es mala. ¿Es la causa de la desafección de la gente?
En cierta manera sí porque la profesionalización lleva a la larga a que el político lo que busca es su situación personal. Cuando tú estás pensando en tu futuro y qué va a ser de ti en las próximas elecciones, es cuando pierdes el objetivo por el que se supone que estás, que es la representación pública. Uno tiene que ser honesto y darse cuenta de cuándo está en política por sus propios intereses y cuando está en política por los intereses de los demás.
Ahora está muy centrada en la política andaluza, ¿está Almería muy lejos de Sevilla o Sevilla muy lejos de Almería?
Yo creo que cada provincia piensa que se le hace menos caso que a las demás, es un mal común, te das cuenta cuando hablas con gente de Huelva o de Granada…
¿Todos tenemos la misma percepción?
Sí, fíjate, creo que al final acaba todo el mundo teniendo esa percepción de que su provincia siempre es la peor tratada. Hay veces que es con razón, o sin razón.
¿Y en el caso de Almería es con razón?
Yo en el caso de Almería puedo hablar de que la parte que a nosotros nos toca, y por lo menos desde que yo estoy en el Parlamento Andaluz creo que Almería está siendo bien tratada. Ha habido muchas cuestiones que estaban ahí enquistadas y se han desbloqueado, como la Casa del Mar, el Materno Infantil, el Instituto de El Toyo. Los almerienses tenemos esa sensación de lejanía de Sevilla pero no creo que sea tan cierta. La misma desafección podemos también tener de Madrid.
¿Vamos de victimistas entonces?
Muchas veces tendemos más a pensar en lo que tenemos de malo que en lo que tenemos de bueno. Eso sí es victimismo. Es como ver el vaso medio lleno o medio vacío. Todo hay que mirarlo.
¿Y qué podemos ver ahora de medio lleno?
Ya te digo, muchas cuestiones se han desbloqueado. Yo creo que se nota que Ciudadanos está ahí, a mí me gusta mucho pelear por mi tierra. Soy diputada en muchas materias por todas las provincias pero si puedo barrer para mi tierra, barro, porque me considero muy almeriense y obviamente también he tenido muchas veces la sensación de que Almería está más denostada que las demás. Una vez que estás dentro te das cuenta de que las quejas son de todo el mundo igual. Quizá está feo que lo diga yo, pero creo que Almería ha ganado por el hecho de que Ciudadanos esté en el Parlamento Andaluz, y por mérito de todos, los que formamos Ciudadanos Almería y también de mis compañeros parlamentarios.
Ciudadanos está haciendo cambiar algunas políticas de la Junta. ¿Eso es tener la sartén por el mango?
Tenemos la sartén por el mango porque tenemos ocho votos que son fundamentales para aprobar los presupuestos. Pero quiero hacer una matización porque la gente tiende a equivocar, nosotros no gestionamos porque no estamos en el gobierno..
No, tienen la capacidad para cambiar políticas.
Eso sí. Tú lo has dicho. Lo que pasa es que muchas veces se confunde el legislativo con el ejecutivo. Muchas veces la gente te dice, ustedes que están en la Junta de Andalucía. No, mire usted, no estoy en la Junta de Andalucía, estoy en el Parlamento Andaluz. Nosotros hemos exigido este año que se aumente el presupuesto de Sanidad, de Educación, de Dependencia, y después podemos fiscalizar la gestión que hace el Ejecutivo. Y ahí es donde se produce la confusión.
Hay que resucitar a Montesquieu de vez en cuando.
Exactamente. Y yo sí creo que la gran importancia es el cambio de políticas que estamos haciendo. En materia fiscal hemos dado un reverso total y absoluto a la política en Andalucía, y hemos pasado de ser la comunidad donde había mayor gravosidad fiscal a ser de las que menos, cosa que nunca antes había sucedido en 35 años. Igual que hemos metido refuerzo por ejemplo en justicia, para que se cubran las bajas, aumentar en sanidad, en educación, en Dependencia...
¿Ha sido un acierto plantear un acuerdo de legislatura y no entrar en el gobierno?
Totalmente. Hemos demostrado en estos años que hemos venido a serles útiles a los andaluces, y eso quien lo niegue es un necio. Si hubiéramos entrado en el gobierno hubiera sido distinto. Primero, y hay que decirlo, por la inexperiencia política, porque de los ocho diputados en el Parlamento Andaluz, el único que tenía experiencia política era Juan [Marín]. Ahora creo que ya sí estamos preparados para en las próximas elecciones poder gestionar. No por ir más rárápido se llega más lejos.
Pero en Andalucía desbancar al PSOE todavía parece lejos, ¿no?
Bueno, imposible es solo una opinión. Nosotros estamos trabajando para desbancar al PSOE y desbancar al Partido Popular, y ganar las elecciones y gobernar en solitario. Obviamente luego vendrá la aritmética parlamentaria pero ¿por qué no voy a ser optimista?
¿Se podría dar que gobernaran en coalición?
Pues yo creo que sí. En nuestro último congreso se aprobó en estatutos que ya sí podríamos entrar en gobiernos en coalición. De lo que yo sí estoy completamente convencida es de que si entramos en los gobiernos, en la gestión de las consejerías de las que se hiciera cargo Ciudadanos se notaría la diferencia. Lo malo que tienen los gobiernos de coalición es que muchas veces es difícil diferenciar la gestión de un partido y la gestión de otro.
En una coalición siempre uno sale escaldado, el de menos peso.
Claro, y en Andalucía ahí está el PA y ahí está Izquierda Unida también, que al final tiene grupo por los pelos. Eso, claro, pasa factura, con lo cual hay que hacer una gestión muy acertada y muy certera, porque si no…. Para esto no hemos venido.
¿Andalucía se debe oponer si para resolver la cuestión catalana hubiera pretensiones de ceder en cuestiones de financiación?
Hombre, yo creo que primero hay que evitar que se rompa el país. En el Parlamento de Andalucía se ha constituido un grupo de trabajo para que salgan las propuestas para la reforma de la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas y nosotros lo que vamos a defender aquí, en Cataluña y donde sea es tender a la eliminación de esos privilegios, a la armonización y al hecho de que todas las comunidades sean lo mismo. El hecho de que se ceda a cambio de privilegios es chantaje, y creo que la situación que tenemos ahora viene del hecho de que los anteriores gobiernos, tanto del PP como del PSOE, cedieron a esos chantajes de los grupos nacionalistas.
Decía que parte de sus logros ha sido conseguir rebajar impuestos. ¿Ahora van a por lo mismo en el Ayuntamiento de Almería?
Ahora que tocará negociar los presupuestos de la ciudad de Almería tocará también abordar cuestiones en beneficio de todos los almerienses. Es verdad que es el grupo municipal al que le corresponde decir cuáles son las cuestiones que queremos abanderar en ese acuerdo, pero vamos a intentar ser ambiciosos, y si hay que retocar fiscalidad, pues se toca
¿Cómo están ahora mismo las relaciones en el grupo municipal tras la crisis? Porque Marta Bosquet lo tutela de alguna manera.
La palabra tutelar no me gusta.
Pues la cambiamos.
En política muchas veces tu compañero no tiene por qué ser tu amigo. Lo que debe primar es ese proyecto común, fue más de malos entendidos, en realidad no hay nada que no pueda solucionarse hablando entre compañeros. Afortunadamente eso ya ha pasado a otro plano y ahora el grupo está intentando logros y están haciéndolo muy bien.
¿En ese malentendido en el grupo municipal hubo algo de egos?
En fin, es que cada persona tiene un carácter diferente y no todo el mundo tiene por qué caerse bien. Fue más de personalidades contrarias.
¿Repetirá Miguel Cazorla como candidato de Ciudadanos en la capital?
Si conseguimos el número de afiliados suficiente para primarias, quien tendrá la decisión serán lógicamente los afiliados, y si no hay suficiente para primarias, decidirá el partido la persona que piense que puede arrastrar más votos y que hará bien su trabajo.
¿Está dispuesta, si llega, a echarse más responsabilidades a la espalda?
Yo tengo unas espaldas muy anchas (risas). El trabajo me da más ganas de trabajar.
¿Los máximos dirigentes de Ciudadanos cuentan con usted para más?
Si estoy en la Ejecutiva obviamente es porque se cuenta conmigo y si más se me pide más haré. En eso no hay ninguna duda.
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