"Nos cuesta creernos nuestras capacidades"

Eduardo Cañizares es un empresario que se hizo a sí mismo con mucha constancia. Transmite serenidad y unas ideas claras. Realizó un máster de dirección de empresas en el Instituto San Telmo, ha trabajado gestionando compañías y hoy disfruta de su propio proyecto empresarial. Tiene dos hijos y pareja, de los que se siente muy orgulloso. 

Eres químico, pero has desempeñado empleos muy diversos. Guillermo Fesser (exGoma Espuma) decía en una entrevista que en EEUU esta transversalidad es habitual.
Sí, el tener una experiencia profesional variopinta ha sido muy enriquecedor. En algunos países se aprecia, pero es verdad que en España me ha supuesto trabas en entrevistas de trabajo, por no haberme especializado en algo concreto. Y creo, sin embargo, que es muy positivo. Yo ahora lo valoro cuando contrato. 

Te fuiste de Almería en los años de la crisis, porque tenías muy claro que debías buscarte las habichuelas fuera...
Hasta el año 2009 estuve en el sector de la construcción. Luego surgieron otros trabajos, como la gerencia de AJE Almería, pero tenía claro que mi futuro estaba fuera de Almería. Me fui a Irlanda un tiempo y después a Burgos, con la filial de la empresa irlandesa, que era de maquinaria industrial. 

Creaste tu propia empresa, en la que fabricáis abonos para mejorar los cultivos. ¿Cómo se abre uno hueco en un sector saturado?
Más que fabricar abonos buscamos soluciones para las necesidades y carencias que detectamos en el campo. Estamos centrados en la producción ecológica, donde sí había oportunidades. No había tanta competencia como en la producción convencional. Estamos creciendo entre un treinta y un cuarenta por ciento al año.

¿Qué estrategia tenéis para los próximos años?
Seguimos apostando por nuevos productos, siempre ecológicos, pero además tenemos muy claro que debemos insistir en la internacionalización. Acabamos de venir de Colombia y Perú, en donde ya estamos vendiendo.

¿Cuáles son las peculiaridades del sector agrícola?
Es un sector muy maduro. Todas las empresas de la industria auxiliar están en Almería. Aquí tenemos la mayor concentración a nivel mundial de producción agrícola. Me gusta presumir de ello cuando voy fuera. Aunque también te digo, y me da pena, que nadie es profeta en su tierra. Parece que nos acomplejamos por ser de aquí. Nos cuesta creer las capacidades que tenemos.

Se habla mucho de la integración de las cooperativas y de marketing. ¿Por dónde van los tiros?
De la integración se ha hablado toda lavida. Algo se ha hecho. Y en cuanto al marketing, ya hay muchas empresas agrícolas que trabajan con especialidades de hortalizas y de productos y ahí tienen que emprender acciones de marketing. 

Dice David Fernández, de LD Aromáticos, que las empresas deben copiar y mejorar lo copiado. ¿Estás de acuerdo?
Sí, es el principio de la innovación. Nosotros lo hacemos. Me gusta fijarme en las grandes empresas e incluso en otros sectores por si puedo extrapolar cosas a mi empresa. Cuando se habla de innovación no se trata solo de producto, sino también de marketing, procesos de trabajo, etc. 

¿Cuesta más hoy ser empresario que hace quince años?
Con el paso de los años todos los sectores se han ido ajustando mucho. Es cierto que tenemos la capacidad y la oportunidad de vender fuera, que es una gran ventaja, pero los márgenes también se han estrechado mucho. 

Decía el torero ‘Guerrita’ que más ‘cornás da el hambre’. ¿Hoy el hambre es no poder dar un futuro y educación a los hijos?
Desde luego. Como cualquier padre, tus hijos son el motor. Te hace ponerte las pilas y los pies en el suelo.

¿Cuál es tu mayor virtud?
La paciencia y el sosiego. Me ayudan a afrontar las situaciones del día a día.

Creo que tienes una afición curiosa.
(Sonríe). Los rallyes. Ya no compito, pero he sido copiloto en muchas carreras. Me encantan los coches.