Joaquín Moya-Angeler Cabrera, que durante algo más de dos décadas presidió el Consejo Social de la Universidad de Almería (a partir del año 2009 y hasta 2015, ocupó también la presidencia de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Públicas Españolas) fue investido ayer Doctor Honoris Causa de la UAL en un acto presidido por el rector, Carmelo Rodríguez y el secretario general de Universidades de la Junta, Manuel Torralbo y que contó con la presencia del ex presidente del Gobierno, Felipe González, que intervino como ‘padrino’ de Moya-Angeler.
Ambos, que se conocían de haber coincidido en actos cuando González presidía el Ejecutivo español y Moya-Angeler era un joven ejecutivo de IBM, trabaron verdadera amistad a finales de los años 90 en un vuelo Nueva York-Madrid. “Yo acababa de hacer un seminario, el último de una serie que había emprendido en 1996 y que me llevó por los cuatro continentes. Regresaba de la Universidad de Georgetown, en Washington, y en el asiento de al lado estaba Joaquín. Teníamos por delante siete u ocho horas de vuelo. Empezamos a hablar y ahí conocí una de sus características: su curiosidad implacable. Joaquín no solo habla, interroga. Quiere saber”, recordó el ex presidente en su intervención.
En aquella primera larga conversación, ambos hablaron de globalización, del avance de la tecnología, de su capacidad de influencia en la política, de la revolución ‘informacional’ que empezaba a gestarse entonces y que ha terminado transformando el mundo. “Ahora, ni tiempo ni espacio son una barrera para la comunicación y de ahí se derivan todos los cambios que estamos viviendo. Incluso los cambios hacia los nacionalismos identitarios, a los que les da miedo diluirse en una cultura más global, que será siempre cultura de culturas”, relató González en su ‘laudatio’.
Desde 2014
El nombramiento de Moya-Angeler como Honoris Causa fue aprobado a mediados de 2014 por el Consejo de Gobierno de la UAL cuando Pedro Molina era aún rector. El acto, que debía de haberse celebrado el 3 de octubre de aquel año, se pospuso a petición del propio Moya-Angeler tras haber sido imputado por la jueza Mercedes Alaya en el caso de los ERE por posibles irregularidades cometidas cuando era miembro del Consejo Rector de la agencia pública IDEA.
“La Universidad hace cuatro años que le espera porque en esta democracia garantista, ha estado sufriendo un procedimiento judicial sin ningún fundamento por sus vínculos con el I+D+i en Andalucía, no por sus vínculos universitarios. Lo que no hemos resuelto y deberíamos hacer, es cómo se reparan los daños que se producen por un mal funcionamiento de este sistema garantista”, aseveró ayer en su intervención el ex presidente González, que alabó la “generosidad” del nuevo Honoris Causa por haber estado 22 años al frente del Consejo Social de la UAL.
“¿A cambio de qué?”, se interrogó. “De su pasión porque la universidad funcione como motor de cambio, de avance, de anticipación y definición del futuro”, dijo sobre el papel desempeñado por Moya-Angeler en la institución.
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