Un camionero de Almería “activa” una operación internacional

El hallazgo de una familia kurda oculta en un camión almeriense destapó una trama internacional

Javier Pajarón
13:57 • 19 ene. 2018

La Policía Nacional, la Guardia Civil y Europol coordinan una operación internacional contra el tráfico de ciudadanos iraquíes, de origen kurdo, cuyas ramificaciones alcanzan a la provincia de Almería. La investigación comenzó en febrero de 2017 con la localización de una familia iraquí oculta en un camión frigorífico en una estación de servicio de Ferreruela de Huerva (Teruel).




El vehículo era propiedad de una importante empresa de transportes de la Almería especializada en la carga de productos hortícolas y, según los primeros datos de la investigación, habría recogido material en la Región de Murcia antes de emprender el viaje fuera de España.




Fue el propio conductor (que tuvo que declarar ante la Guardia Civil) quien alertó de los ruidos en el camión. Los agentes hallaron a seis personas, un matrimonio y cuatro niños de 6 a 12 años de edad ocultos entre verduras.
El caso puso a la Benemérita sobre la pista de una red internacional de tráfico de seres humanos destinada presuntamente a introducir a iraquíes en territorio Schengen. La investigaciones cruzaron datos con la Policía Nacional, con el Centro de Inteligencia y contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y con autoridades europeas a través de los agentes adscritos a Europol.




Este viernes, las instituciones implicadas anunciaron la desarticulación de una organización criminal que utilizaba cámaras frigoríficas de camiones para esconder a los viajeros, generalmente con destino último en el Reino Unido. “La organización ha utilizado diferentes métodos para el tráfico de personas, si bien, el método utilizado preferentemente, que ha supuesto una novedosa modalidad en los procedimientos de este tipo de organizaciones criminales, es el transporte en camiones frigoríficos de mercancías con destino a Reino Unido”, señala un comunicado conjunto.




“Esta modalidad consiste en la introducción de grupos de entre seis y ocho personas, generalmente familias con hijos menores de edad (incluso bebés de pocos meses) en el interior de camiones frigorífico con destino a Reino Unido”, añade. El precio exigido por la organización oscilaba entre los 3.000 euros por persona en el caso de transporte en camión frigorífico y los 10.000 euros por persona si se trata de transporte en vía aérea con documentación falsificada o en auto caravanas.




El líder
El operativo se ha saldado con la detención de seis personas, cinco en Valencia capital entre las que figura el principal líder del grupo, y una en Bilbao. El cabecilla es un varón de origen iraquí, pero de nacionalidad española, que cumplía funciones de organizador según la investigación.




A los detenidos se les atribuye los delitos de pertenencia a organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, falsedad documental y blanqueo de capitales. Hoy han sido puestos a disposición judicial del titular Juzgado de Instrucción número Dos de Teruel, bajo cuya dirección se han realizado todas las actuaciones. De forma paralela a lo anterior, dicho Juzgado de Instrucción ha ordenado el embargo de una vivienda, un vehículo, el bloqueo de varias cuentas bancarias titularidad de los investigados.




Las pesquisas apuntan a que la organización utilizó un transporte real (el camión de una empresa de Almería con verduras) para introducir clandestinamente a una familia. Aprovechaban descansos de los conductores para "colar" a los refugiados en las cámaras.


Refugiados
El Kurdistán iraquí es una región de enorme complejidad en el tablero de Oriente Medio y ha sufrido en los últimos años las acometidas de Estado Islámico (Daesh) y las fuertes tensiones con el gobierno de Bagdad. Mosul, gran bastión de Daesh en la región hasta hace un año, está a solo una hora por carretera de la capital kurda, Erbil.


En consecuencia, este entorno ha sufrido una fuerte presión migratoria de refugiados. Es el escenario del llamado “genocidio yazidí” y también la puerta de salida para muchos expatriados rumbo a Turquía.


Según Europol, la red de tráfico de personas desarticulada ahora llevaba “años” trabajando en el transporte de refugiados. Los arrestados cobraban entre 3.000 y 10.000 euros por persona por preparar el viaje y gestionar los contactos en los países de acogida.
 



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