Un notario ‘vigila’ el futuro de El Toyo

La votación de los vecinos sobre eliminar la Entidad de Conservación está bajo poder notarial

Vista general de una calle de la urbanización de El Toyo
Vista general de una calle de la urbanización de El Toyo
Lola González
21:39 • 06 feb. 2018

La asamblea de la Entidad de Conservación de El Toyo de la tarde del lunes fue tensa, tal y como se esperaba. Tenía que comenzar a las 18.00 horas y lo hizo una hora después ya que se formaron colas a la entrada al comprobar la documentación que les acreditaba para poder entrar en ella. Ya ahí comenzaron los primeros revuelos después de que no pudieran acceder al interior los representantes de los hoteles Garden y algunos vecinos por no contar con esos documentos.


Iniciada ya la asamblea desde la presidencia de la Entidad de Conservación, que tiene el Ayuntamiento delegada en Juan José Alonso, presentaba una propuesta diferente al mantenimiento durante 25 años de la misma. Se trataba de una iniciativa que se había pactado con el Grupo Municipal Socialista y que ya explicó su portavoz en el pasado Pleno, Juan Carlos Pérez Navas. Se trata de establecer un plazo de 5 años de mantenimiento de la Entidad para tratar de conseguir acabar con las deudas existentes, y una vez pasado este lustro si se habían liquidado, proceder a la disolución de la misma y en caso negativo, ampliar el plazo otros cinco años más.


Para ello había que votar el cambio de los Estatutos de la Entidad de Conservación y así se realizó en una asamblea que terminó más allá de las once de la noche.




Credibilidad
Ante la posible crítica sobre la credibilidad o no de la votación, los vecinos depositaron su voto ante un notario que posteriormente se llevaría la urna llena con todas las papeletas para realizar el recuento.


Eso ocurría el lunes por la noche y al cierre de esta edición (noche del martes) el Ayuntamiento de Almería, por tanto la presidencia de la Entidad de Conservación, aún no tiene el resultado de la votación porque sigue en manos del notario. Fuentes municipales explican que aún no ha comunicado el recuento por lo que todavía no pueden decir con claridad lo que va a pasar.




Desde el ente municipal defienden en todo momento la validez del procedimiento y prefieren esperar a que haya un resultado definitivo antes de dar su visión sobre lo ocurrido en la tarde-noche del lunes en esa asamblea.


Quien no ha esperado para dar su propia crónica de lo que ocurrió en esa reunión es la asociación de vecinos La Unión de El Toyo. En un comunicado de prensa daban su visión de lo sucedido tachándolo de “espectáculo”.




Explican que todo comenzó al ir a acreditarse porque “ni se había enviado con la convocatoria el modelo de delegación de voto ni los requisitos para acceder” criticando que “si aún siendo propietario era el cónyuge el que figuraba en la Entidad como titular no podías acceder salvo que llevases la escritura”. 


Críticos
Según esta asociación para ellos fue toda una sorpresa la propuesta municipal y explican que “aún siendo positivo, suponía la invalidez de todas las delegaciones de voto, en cuanto que la situación es nueva y no se sabe la opinión de los representados. Se pidió que con ella y otros cambios fruto del debate se convocase una nueva asamblea” pero no fue así.


Llegó el momento de la votación con un documento que permitía votar los 40 artículos por separado pero “no se conocía el resultado de las votaciones porque un notario se llevó las papeletas”. Papeletas que efectivamente siguen en bajo poder notarial sin conocerse su resultado definitivo.


Problemática
Tal y como se desarrolló la asamblea, rodeada de tensión, lo cierto es que parece que el cierre de este episodio podría ser en falso ya que los críticos con la continuidad de la Entidad de Conservación siguen insistiendo en que no conocen en qué se invierten los presupuestos de la misma.


Además, aunque la mayoría apostara por establecer un plazo de cinco años lo más complicado para acabar con la misma es el eliminar las deudas con las que cuenta. Y es que hay que recordar que hay 3,5 millones de euros de impagos de cuotas de la Entidad que antes de proceder a dar cualquier paso de disolución, tendrían que cubrirse. Desde el Ayuntamiento de Almería han explicado en varias ocasiones que esa deuda no puede asumirse por el ente municipal como propia cuando es de los morosos.



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