Los buques cazaminas Duero y Turia de la Armada Española están atracados desde ayer en el Puerto de Almería y mañana partirán de nuevo rumbo a la Base Naval de Cartagena. El Duero (M-35) se encuentra habitualmente desplegado en el Mediterráneo como un componente esencial de las Fuerzas de Reacción Inmediata de la OTAN.
La escuadrilla de cazaminas de la Armada, "hombres de hierro en barcos de fibra", son especialistas en diversas ramas del buceo y la desactivación de minas, que multiplican la capacidad de identificación y contraminado de los vehículos submarinos. Con una tripulación de 45 personas, entre oficiales, suboficiales, cabos y marineros, los cazaminas cuentan con sonaristas electrónicos, especialistas en sistemas tácticos, en comunicaciones, artillería y armas submarinas, capaces de manejar uno de los sónares para caza de minas más modernos del mundo.
Ambos buques, idénticos, miden 54 metros de eslora y 11 metros de manga, pesan 583 toneladas y pueden navegar a una velocidad máxima de 14 nudos. Su autonomía es de 2.200 millas. Los sónares para la identificación de minas pueden rastrear hasta 200 metros de profundidad. Son, como explicaba hoy el personal del cazaminas Duero, como drones submarinos.
Junto a los cazaminas Duero y Turia, la Armada Española también cuenta con los buques Segura, Sella, Tambre y Tajo.
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