José Ángel Bru de 33 años fue secuestrado, torturado, asesinado y quemado en el asiento trasero de un coche abandonado en una vía de servicio de la A92 el 17 de julio de 2008.
Su muerte escribe un episodio imprescindible para entender la crónica criminal de la provincia de Almería en los últimos años, con ramificaciones y sucesos encadenados.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial condenó a dos miembros de un clan familiar radicado en la Comarca de Níjar a 23 años de cárcel por el asesinato de José Ángel Bru, al que culpaban de un robo de hachís, si bien absolvió a buena parte de los procesados en un caso destapado por agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil.
Una década después, el Caso Bru tiene un segundo capítulo en los tribunales, en cierto modo, una prórroga de aquel complejo proceso judicial.
La Audiencia Provincial acoge desde este lunes la vista oral del juicio contra J. A. S. L., E. F. S. y J. J. E. M. por el intento de secuestro de un amigo del fallecido, identificado como M. A. T. L.
El suceso se produjo en agosto de 2009, implica al mismo clan familiar y es, según el escrito del Ministerio Fiscal, una continuación del episodio que acabó con José Ángel Bru.
Relato del fiscal
El fiscal relata en su escrito el intento de secuestro en una camino rural de Níjar y la huida in extremis de M. A. T. L., al que “también se le reprochaba haber sustraído la droga”.
“Los tres acusados en unión, al menos, de otra persona no identificada, se apostaron en las inmediaciones del camino de un invernadero de Níjar que pertenecía a la familia de M. A. T. L. Al ver que salía acompañado por J. M. O. J. en un vehículo, uno de los procesados colisionó con otro vehículo contra él”, relata la Fiscalía.
“Ocultando su rostro con pañuelos y pasamontañas, sacaron violentamente de su automóvil a M. A. T. L.”, continúa. Los asaltantes presuntamente metieron a la víctima y a su acompañante en el turismo. Entonces, el acusado “J. A. S. L. se dirigió a M. A. T. L. diciéndole ‘anda, chulillo, que te va a pasar lo mismo que al Pepe’, en clara alusión al secuestro y posterior asesinato de José Ángel Bru”.
Curiosamente, aunque el Ministerio Fiscal admite directamente la relación entre ambos casos y considera en su escrito de acusación la amenaza, este elemento no fue escuchado en la sala de vistas durante el juicio anterior y, por tanto, no considerado como prueba de cargo contra el clan familiar.
Los dos jóvenes consiguieron evitar el secuestro en el último momento. Primero J. M. O. J. consiguió zafarse y salir por otra puerta. Mientras, M. A. T. L. saltó del coche en marcha tras recibir la ayuda de su hermano que, alarmado por los gritos, chocó con su propio coche contra el automóvil de los asistentes. La Policía Nacional descubrió poco después el coche de los presuntos secuestradores en llamas en la capital.
Posiciones
La acusación particular considera que se trata de un caso de intento de asesinato y que reproduce fielmente las condiciones del secuestro de José Ángel Bru, es decir, que tenían una voluntad de finalizar la venganza por el alijo de droga presuntamente robado al mencionado clan familiar.
Por su parte, las defensas niegan la autoría de los hechos y piden la libre absolución de los procesados por falta de pruebas de cargo de su participación en el suceso de agosto de 2009.
La Fiscalía de Almería solicita penas por delitos de tentativa de homicidio, tentativa de detención ilegal, lesiones, daños y receptación. Solicita una pena total de 57 años de prisión para los tres acusados principales y un cuarto por falsedad y usurpación de estado civil.
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