La Legión estrena el mayor centro de formación en combate subterráneo del país

“Es una obra única, ninguna unidad en España había acometido un proyecto como este“

Soldados de la VII Bandera Valenzuela entrenan en el nuevo polígono de combate subterráneo
Soldados de la VII Bandera Valenzuela entrenan en el nuevo polígono de combate subterráneo La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 01 jun. 2018

El campo de maniobras Álvarez de Sotomayor esconde un tesoro rodeado de grava, calizas y espartales. A dos kilómetros de la base militar, a la orilla de una rambla seca de polvo amarillento, se levanta el mayor centro de adiestramiento en combate en el subsuelo de todo el país. La Brigada de la Legión estrena ahora el nuevo polígono tras tres años de diseño, construcción y certificación y asume el reto de formar a las primeras unidades especializadas en guerra subterránea.




Las instalaciones de 6.000 metros cuadrados, presentadas el jueves por el general jefe Juan Jesús Martín Cabrero, dependen orgánicamente del Mando de Doctrina (MADOC) y suponen un salto cualitativo para el adiestramiento de los militares en espacios urbanizados, túneles, minas, alcantarillas y otros espacios del subsuelo.



“La Fuerza Terrestre nos encomendó la tarea de ser la unidad de referencia para la preparación del combate en el subsuelo, una unidad piloto para el perfeccionamiento en las técnicas de combate  subterráneo”, señaló el general jefe de la Legión. “Se trata de la mayor instalación de España y una de las más grandes de Europea”.




Dos secciones de la Compañía de Apoyo a los Zapadores (sección de construcción vertical y sección de máquinas) se han encargado de la obra desde el año 2015. Con un presupuesto de apenas 500.000 euros, los legionarios liderados por el teniente coronel Viera han conseguido poner en marcha una estructura en tres niveles con 800 metros lineales de túneles.

Interés internacional



“Es una obra única, ninguna unidad en España había acometido hasta ahora un proyecto como este”, señaló el teniente coronel jefe de la Bandera de Zapadores. “Además, permitirá cambios en la distribución de los itinerarios interiores mediante paneles y siempre vinculados a las necesidades operativas”, añadió Juan José Viera.




El polígono ha despertado el interés de otras unidades gracias a sus posibilidades. Fuerzas de países aliados han mostrado su  voluntad de participar en ejercicios en el campo de maniobras Álvarez de Sotomayor y, de hecho, el teniente general José Carrasco Gabaldón, jefe del MADOC, visitó el centro hace unas semanas para conocer el resultado final de un proyecto clave para el adiestramiento nacional.




“Los conglomerados urbanos están ganando un peso estratégico, cualquier grupo criminal actúa en entornos urbanos y las Fuerzas Armadas tienen que adiestrarse en estos ambientes”, expuso durante la presencia de las instalaciones el comandante Ruiz de Oña. El nuevo polígono ofrece posibilidades de formación “en zonas urbanas con tres dimensiones, subsuelo, superficie y altura”. Tiene un marcado carácter práctico. De hecho, los legionarios se han enfrentado con frecuencia con amenazas en el subsuelo en despliegues internacionales en Irak, Líbano o Afganistán.





La Legión complementará las prácticas en las nuevas instalaciones con sus habituales ejercicios en las minas de Alquife (Granada) y en las minas de Sierra Alhamilla (Almería), en ambos casos en colaboración con propietarios particulares del ámbito civil. Además, los Zapadores ultiman la construcción de un centro similar en el campamento de Ronda (Málaga), sede del Tercio Alejandro Farnesio. Este segundo polígono tendrá unos 300 metros de longitud y permitirá ejercicios en un entorno distinto, más boscoso y húmedo, con capacidad para reproducir otros escenarios.


Un ensayo
La VII Bandera Valenzuela del Tercio Don Juan de Austria puso a prueba este jueves las capacidades del polígono de combate en el subsuelo. Los fusileros realizaron un ejercicio con entrada en edificios, incursiones en túneles, traslado de bajas y  neutralización de amenazas en zonas urbanas.


“Las unidades actuales operan en ambientes híbridos en los cuales es necesario e importante saber progresar, combatir, reconocer y orientarse dentro de un subterráneo”, detalló el teniente Javier Saiz. “Para ello nos instruimos en este polígono, que nos permite hacer transiciones tanto en campo abierto como en zonas urbanas”. 


Además, estos soldados cuentan en sus incursiones con el apoyo de los zapadores para el reconocimiento de amenazas subterráneas, como minas y otro tipo de explosivos improvisados comunes en zonas de conflicto


Temas relacionados

para ti

en destaque