Enfermería crea un protocolo propio ante el incremento de las agresiones

El Sindicato de Enfermería, Satse ha elaborado un nuevo protocolo de actuación para ofrecer toda la atención y apoyo posible a los profesionales que hayan sido víctimas de una agresión. En él se establecen las pautas concretas de actuación para que el delegado que se encuentra en el centro o área sanitaria en la que se ha registrado el incidente, pueda ofrecer asesoramiento y apoyo en todo momento al profesional agredido.

Los últimos datos oficiales concluyen que se tiene conocimiento de unas 55 agresiones físicas y/o verbales a enfermeras y enfermeros al día a nivel nacional. Por ello, desde el sindicato se ha solicitado a la nueva ministra de Sanidad, Carmen Montón, que promueva promueva una ley nacional que coordine las actuaciones necesarias para acabar con las agresiones a los profesionales. En Andalucía, existe desde 2005 un Plan de Prevención y Atención de Agresiones para los profesionales del SAS que establece un diagrama de flujo sobre qué hay que hacer ante una agresión.

Satse ha considerado conveniente elaborar este protocolo de actuación, ya que los profesionales de la Enfermería agredidos no saben, en muchas ocasiones, cómo proceder para denunciar lo sucedido. Un desconocimiento que puede provocar que finalmente no se produzca la correspondiente denuncia y el agresor vea como su acto queda impune. “La persona agredida tiene que saber cómo hacer las cosas. Que si hay una agresión debe haber un parte de lesiones, que hay que comunicarlo al centro y que existe el apoyo psicológico y la asesoría jurídica para quien ha sufrido el daño”, explica José González, presidente de Satse en Almería.

Fin a la impunidad
El protocolo establece pautas concretas de actuación para que el delegado de Satse pueda ofrecer información concreta y práctica al profesional agredido. Los casos de agresiones a profesionales sanitarios no paran de sucederse. En Almería, por ejemplo, desde 2016, los partes no han dejado de crecer y casi se han triplicado los casos de agresiones, especialmente las verbales, entre los que caben los insultos y las amenazas. “La población debe saber y entender que nosotros somos sus aliados, que estamos con ellos y que también nosotros como profesionales sufrimos los recortes. No se puede pegar ni insultar a la persona que te está ayudando a restablecer tu salud”, cuenta González, que se remite a los datos de agresiones facilitados por el SAS. En 2016, hubo 37 casos en Almería, 22 de ellos agresiones físicas y 15 verbales. Al año siguiente, las cifras se habían incrementado notablemente: 30 de las agresiones registradas fueron físicas; el resto, 53, fueron insultos o amenazas. En total, en 2017, se registraron 83 denuncias.

Protocolo
El protocolo establece que el delegado de Satse facilite a los afectados una serie de documentos, como el modelo de notificación de la agresión sufrida como accidente de trabajo, para que quede debidamente registrado, la solicitud de asistencia psicológica si procede y el modelo de solicitud de asesoramiento jurídico.

Otros pasos a seguir son la comunicación de la agresión a la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales, así como el seguimiento de la posible baja laboral, para asegurarse que la misma ha sido considerada como accidente de trabajo. De cara a visibilizar la agresión sufrida por la enfermera o enfermero, desde Satse se animará a organizar una concentración en el centro para denunciar públicamente el incidente registrado, así como a informar a los ciudadanos y a los medios de comunicación del mismo a través de declaraciones y notas de prensa.

La violencia en el ámbito sanitario, dicen desde el sindicato, afecta especialmente al colectivo enfermero. De ahí este protocolo, que se enmarca en la campaña “#StopAgresiones. Nada justifica una agresión”.