El barco “más bello del mundo” atraca en Almería

Veintinueve años después de su último atraque en el Puerto de Almería, el Buque Escuela de la Marina Militar Italiana ‘Américo Vespucio’ vuelve a surcar nuestra costa. Almería es la primera escala de un viaje que llevará a los cadetes de la Academia Naval de Livorno desde Italia hasta el Círculo Polar Ártico para completar su primer año de formación.

En el Muelle de Levante, estarán atracados hasta el martes 10 de julio, cuando volverán a levar anclas para dirigirse a Ponta Delgada, en las Azores. Durante su estancia en Almería, abrirá sus puertas al público, que podrá descubrir una auténtica joya del mar desde el sábado día 7 por la tarde, en horario de 10.00 a 12.30 horas, y de 16.00 a 21.00 horas.

Una visita que, sin lugar a dudas, merece la pena, ya que el ‘Américo Vespucio’ es considerado “el barco más bello del mundo”. Un velero “único”, de 82 metros de eslora, que fue botado en febrero de 1931, hace 87 años, en Castellammare di Stabia, en Nápoles. Su construcción se demoró tan sólo nueve meses, “un tiempo récord” para la época y un dato que, en palabras del Comandante y Capitán de Navío, Roberto Recchia, demuestran "su excelencia". Desde entonces, ha servido de unidad de adiestramiento para la Academia Naval Italiana, con la única excepción de 1940, con motivo de la II Guerra Mundial, y de los años 1963, 1973 y 1997 por obras de mantenimiento.

El buque fue sometido a obras de modernización entre 2014 y 2016, cuando sus  aparatos de propulsión y generadores de energía eléctrica fueron sustituidos por nuevos sistemas más avanzados tecnológicamente. También se instaló una nueva hélice y nuevos sistemas de plataforma, más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.

En este impresionante velero, que hace viajar en el tiempo a todo aquel que sube por sus escalas, viajan 126 cadetes del primer curso de la Academia Naval Italiana, junto a los oficiales a cargo de su formación, entre ellos, el Comandante Alessandro Consoli, y el personal encargado del funcionamiento del buque. De ellos, 106 son italianos y el resto aprendices de otros países como Malta, EEUU o Turquía. Además, 36 mujeres afrontan esta aventura dispuestas a conquistar todos los galones en su futuro profesional.

Durante tres meses, estos jóvenes marineros aprenderán a navegar de la manera más tradicional, siguiendo el camino que marcan las estrellas y arriando las velas en función del viento. El viaje servirá para poner en práctica todos los conocimientos aprendidos en la Academia, como la astronomía, la meteorología o las normas de navegación, en una "aventura" para "dotarles de las bases de las artes marineras, el arte de surcar el mar, que será la base de su carrera profesional", explica el Capitán Recchia.

Las jornadas en este buque escuela son "muy intensas", ya que los cadetes se levantan mucho antes de que salga el sol para observar "el crepúsculo naútico" y llevar a cabo los reconocimientos estelares, a semejanza de las labores de los marineros que recorrían el mundo hace años. Alessandro Consoli asegura que "esta es una gran experiencia vital para los cadetes que tienen la oportunidad de viajar en el 'Américo Vespucio'. Aquí, se mezcla la navegación tradicional con la tecnología más avanzada, para consolidar la base de la formación naval de estos jóvenes.

Sin embargo, no todo va a ser trabajar en esta aventura náutica. En cada escala, podrán estrechar lazos con las ciudades por las que pasen con un recorrido histórico y turístico por ellas, que en Almería se ha llevado a cabo este mediodía. Descubrir los lugares más emblemáticos de cada puerto, y las costumbres y formas de vida de los distintos países que el 'Américo Vespucio' recorrerá este año también forman parte de esta curiosa enseñanza que recordarán durante toda su vida.

El 'Américo Vespucio' se despedirá de Almería el 10 de julio, cuando soltará velas en dirección a las islas Azores. Desde ahí, emprenderán el camino hacia el Norte por el Océano Atlántico hasta llegar a Reikiavik, la capital de Islandia, por primera vez en la historia de este espectacular buque. A continuación, los marineros se dirigirán al Círculo Polar Ártico, punto que, una vez conquistado, supondrá el inicio del camino de vuelta a casa. Un regreso que pasará por los puertos de Hamburgo, Portsmouth y La Rochelle. Ya en el Mediterráneo, el velero hará una última parada técnica en Ibiza, la segunda escala en España, y pondrá rumbo a Livorno, donde esperan completar su ruta en el mes de septiembre. Una vez aquí, los cadetes podrán reunirse de nuevo con sus familiares y amigos, recordar un viaje único en sus vidas, y afrontar el segundo curso de su formación en la Academia Naval.