Torrecárdenas pide más donaciones de leche para atender a prematuros

Aarón nació cuando su madre llevaba solo 23 semanas de embarazo. Protegido en una incubadora de la UCI pediátrica de Torrecárdenas, el equipo de médicos y enfermeros que trabaja aquí, con el doctor Antonio Bonillo a la cabeza, se desvive por sacarle adelante. Pesa solo 550 gramos. Impresiona mucho ver cómo este pequeño bebé se aferra fuertemente a la vida, como hacen otros grandes prematuros como él y como ocurre con los niños que han nacido con alguna patología. 

En el largo proceso que les espera hasta que cojan el peso adecuado y puedan irse a casa con sus papás es fundamental, explican médicos y enfermeros, que estén bien alimentados. Desde hace cuatro años, Torrecárdenas envía leche materna y la recibe pasteurizada del banco de leche que hay en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, uno de los pocos que existen en nuestro país. 

“Un banco de leche requiere de una infraestructura muy compleja. Hacerlo de esta manera garantiza la equidad en toda Andalucía. Nazca dónde nazca, cualquier niño que lo necesite va a recibir leche fresca. Si el tema se gestionara a nivel local, podría darse el caso de que hubiera muchos neonatos que necesitaran leche y que hubiera pocas donantes”, explica Felipe Cañadas, jefe de Enfermería en el Complejo Hospitalario Torrecárdenas.

Este año, no se conocen las razones, está habiendo muy pocas madres que donen leche en Almería. Por ahora, solo cuatro en lo que llevamos de año. “Creemos que es por falta de información, de no conocer cuál es el funcionamiento de un banco de leche”, dice la doctora Charo Jiménez Liria, pediatra en la Unidad de Neonatos del hospital. “La leche materna es un alimento, pero también un medicamento que protege a los bebés más pequeños. La leche no va dirigida a bebés de 3 kilos cuyas mamás no les quieren dar el pecho. Está pensada para bebés muy prematuros cuyas mamás, en ese momento, todavía no tienen leche para poder alimentarles”, expone.

Más de 3.000 bebés

En Torrecárdenas se registran al año en torno a 3.200 nacimientos. Sin embargo, el número de madres donantes de leche fresca es aún muy pequeño: apenas una veintena el año pasado. “Las mamás deben saber que donan vida, alimentación, vitaminas. Que por muy poca leche que donen, es el alimento para un bebé prematuro”, cuenta Juan Manuel Miras, jefe de bloque de Enfermería en el área de Pediatría. 

La leche se destina a bebés con menos de 32 semanas por debajo de los 1.500 gramos, como ocurre con Aarón. Al haber nacido a mitad de gestación, necesitará estar al menos tres meses más en la incubadora de la UCI Pediátrica y aquí, la leche fresca de otras mamás donantes será, junto al cuidado de los médicos, su salvoconducto para terminar de desarrollarse y salir del hospital.  

El año pasado, medio centenar de bebés como él se beneficiaron de esta donación altruista y gratuita. “Debe entenderse como un gesto de generosidad. Donar leche salva vidas”, resume la doctora Jiménez Liria.