Entre sus ancestros está el almirante Cervera que luchó en la guerra de Cuba contra los americanos. Este antepasado de Cristóbal fue obligado por el gobierno español a enfrentarse con la flota americana, muy superior en número y armamento, en una batalla tan terrible como heroica en 1898. La consecuente destrucción de la flota llevó a la pérdida de las últimas posesiones españolas en América. Perteneciente a una estirpe de marinos, su abuelo y padre también fueron almirantes de la armada. Sus padres se llamaban Pascual Cervera y Cervera y Francisca Govantes Peñalvez. Fue el séptimo hijo de una familia de 14.
Recuerdos de infancia
Recuerda su infancia como una etapa feliz, sólo salpicada por una tuberculosis que curó en la Serranía de Ronda, al lado de un hermano que fue posteriormente médico y misionero en África. Realizó la carrera de Perito Agrícola en Barcelona entre 1954 y 1959. Su primer trabajo fue en Osuna, después estuvo destinado en Jerez de la Frontera en trabajos de fumigaciones con avionetas. Tras una reducción de plantilla, fue a Madrid, donde consiguió un contrato con el Instituto Nacional de Colonización.
El 30 de diciembre de 1964 tomó posesión de la plaza en Almería. En un primer momento, sustituía a José Lillo Delgado (1935-2012) realizando trabajos técnicos. José Lillo Delgado fue el fundador del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería(1978). El Instituto Nacional de Colonización estaba distribuyendo tierras entre los campesinos más desfavorecidos venidos de las Alpujarras y las costas granadinas.
La tarea principal de los peritos agrícolas era la de introducir las nuevas técnicas agrícolas con ayuda de los mayorales y capataces agrícolas. Su primer campo de trabajo fue en los Campos de Nijar. Por aquella época, Cristóbal, describía el terreno como un pedregal.
Trabajó con otros peritos agrícolas como Manuel Carmona (1925-1987), que estaba destinado al parque de maquinaria. Su labor se realizó en un periodo donde se asentaron las bases del desarrollo agrícola de la provincia trabajando en estrecha colaboración con el ingeniero agrónomo Bernabé Aguilar en una época en la que se enfrentaban a todo tipo de problemas y desafíos.
Tenemos que recordar que Bernabé Aguilar Luque (1927-2009), creó el modelo de invernadero, tipo Almería útil y barato, que supuso la base sobre la que se construyó la revolución agrícola almeriense. En palabras de Cervera, "éramos conscientes de que nuestro trabajo era importante. Se trataba de asentar colonos con los apoyos necesarios porque partían de cero. En general los colonos respondían pero también había fracasos. Se marchaban y se tenían que abrir expedientes." Se les daba una parcela y una vivienda en unos nuevos pueblos que contaban con los servicios básicos con escuela, iglesia y servicios de riego. La mayoría de los colonos venía de la costa granadina o las Alpujarras.
Modelo agrícola
Los cultivos en la arena y los invernaderos fueron los pilares del nuevo modelo agrícola. Los peritos agrícolas realizaban una intensa labor de información en las nuevas técnicas agrícolas.
En algunos casos, los colonos aplicaban las lecciones de forma errónea y quemaban las cosechas. Se facilitaron cursos de formación para los colonos y se fomentó la creación de cooperativas.
Los problemas más graves se daban en la delimitación de los lindes de las propiedades. Se realizaban una intensa labor asistencial sobre estos nuevos agricultores. Por ejemplo, los niños solían abandonar la escuela entre los 10 y 12 años para ayudar a sus padres. Se reunieron con las juntas de colonos para que los alumnos no perdieran todos los estudios, sistemáticamente.
Cristóbal se casó con Carmen de Haro Jiménez en 1967. De este matrimonio nacieron dos hijos, María del Carmen y Cristóbal. A su trabajo se añadió la supervisión del trabajo realizado en el centro experimental de las Palmerillas en Huércal Overa. También estuvo trabajando en el campo de Dalías. Colaboró también con Luis Frigola (1930-2012), un ingeniero técnico agrícola, muy inteligente y trabajador que cooperaba con el ingeniero agrónomo Juan Cuadrado.
Cevera también realizó tareas de la valoración de los destrozos de las riadas de 1967 y 1973, estableciendo un estudio concienzudo para que los campesinos recibieran las ayudas del estado. En el colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas fue todo, Presidente, delegado de MUNITEC y ocupó distintos cargos en las juntas de gobierno. En palabras de José Ángel Navarro Castillo “el alma que ha mantenido viva la institución durante treinta y cinco años dedicada a ella”.
Disfrutar del trabajo
Disfrutaba de su trabajo y forma parte de aquellos hombres que lograron transformar Almería en la huerta de Europa. En el año 2000 se jubiló. La razón por la que he escrito este texto es porque muchos sus compañeros de profesión entre los que señalo porque he tenido acceso a sus biografías: Luis Frigola, Pepe Lillo, Manuel Carmona o Eduardo Castillo Chacón (1926-2002) ya han fallecido. Los ingenieros agrícolas Juan Cuadrado (1922-1978) o Bernabé Aguilar Luque también nos han dejado. Innumerables, capataces, conductores y agricultores que nos podían haber contado sus vidas ya no existen.
Sin embargo, Cristóbal está ahí, una persona que se merece el reconocimiento de la sociedad almerienses tanto por su trabajo como por su contribución a la mejora de la vida de las personas de nuestra provincia. Al darle las gracias a Cristóbal, también recordamos a todos los demás que con su labor callada y continuada, transformaron la sociedad de la provincia almeriense.
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