La protección de la naturaleza en Almería es mucho más que las líneas pintadas en un mapa. Un tercio de la superficie total de la provincia está amparada por un régimen especial de protección ambiental, esto es, 329.000 hectáreas.
El dato refleja, al mismo tiempo, la riqueza ecológica de los parajes almerienses, el riesgo potencial para su mantenimiento y el esfuerzo de las autoridades por hacer cumplir la profusa normativa sobre delitos contra la naturaleza.
Según datos facilitadas por el Senado, los detenidos o investigados por la comisión de delitos contra el medio ambiente en la provincia de Almería se ha duplicado en los últimos cuatro años.
Las estadísticas muestran un crecimiento sostenido de las operaciones desarrolladas por el Seprona de la Guardia Civil y la Unidad de la Policía Nacional adscrita a la Junta de Andalucía.
En el año 2014 se registraron 42 detenidos o imputados en la provincia de Almería, mientras en el año 2017 la cifra alcanzó los 75 casos. La línea de ascenso se mantiene en el 2018. Según la estadística de Interior, en le primer semestre del año ya se han anotado una treintena de detenciones o imputaciones.
Las investigaciones policiales muestran una variedad de casos que incluyen incendios provocados (intencionadamente o por imprudencia), vertidos contaminantes, maltrato animal y ciertos tipos de delitos vinculados a la ordenación del territorio.
También aparecen con fuerza en las estadísticas las investigaciones realizadas sobre la extracción y el uso del agua, un asunto de máxima actualidad. La explotación de la agricultura y la conservación de los acuíferos ha provocado históricamente investigaciones en el sector.
Superficie
El Seprona y la Policía Autonómica han arrestado o imputado en Almería a 20 personas el año pasado por esta variedad incluida dentro de los delitos contra la naturaleza. Este indicador supone aproximadamente un tercio de las investigaciones y muestra la entidad del problema.
El año pasado se halló un centenar de infracciones contra el medio ambiente en Almería. El total de la superficie protegida en la provincia de Almería es de 329.000 hectáreas, lo que se traduce en el 37,5 por ciento de la propia provincia, por encima de la media andaluza, que es aproximadamente del 30 por ciento, y de la nacional, sobre el 27 por ciento.
Entre los espacios protegidos se encuentra toda la superficie del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, el Desierto de Tabernas, la Sierra de María, los Filabres o la Alpujarra almeriense, que acumulan el grueso de la superficie. Además, hay salinas y vegas entre zonas agrícolas.
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