Los presos pagan el intento de fuga con aislamiento y una investigación judicial

El centro penitenciario El Acebuche toma medidas disciplinarias contra los dos internos del módulo 8 que la madrugada del domingo intentaron fugarse del recinto tras serrar los barrotes de su celda. La prisión de Almería aplica las herramientas contempladas en el artículo 75 del Reglamento Penitenciario, una especie de aislamiento que aparta a los reclusos del resto de la vida del departamento.

Además, El Acebuche remite un informe sobre el intento de evasión al Juzgado de Instrucción de guardia en Almería. El juez podría abrir diligencias penales si entiende que existen argumentos para acusar a los presos de un delito de quebrantamiento de condena. Asimismo, la cárcel de Almería emitirá otro informe para los juzgados de origen de la condena a los reclusos, de modo que puedan valorar posibles medidas disciplinarias complementarias.

Escalada
Los reos intentaron evadirse la madrugada del sábado al domingo tras serrar los barrotes de la ventana de la celda y anudar unas sábanas a modo de cuerda. El primero de los internos consiguió deslizarse hasta el patio exterior, reservado a las pistas deportivas de El Acebuche, mientras el segundo quedó atrapado en el pequeño hueco y tuvo que ser rescatado por los propios funcionarios.

El preso fugado lanzó las sábanas con una bolsa de arena a modo de lastre, realizada con la funda de la almohada, y la enganchó a una farola ubicada en la parte superior del muro perimetral, fuertemente protegidos por la alambrada de espino. Cuando se lanzó a la escalada, la tela se rompió el recluso cayó desde varios metros de altura hasta el patio occidental del centro penitenciario. En la caída sufrió lesiones en un brazo.

Los funcionarios de El Acebuche actuaron para frenar nuevos intentos y localizaron a los dos internos sobre las cuatro de la madrugada. Se investiga el método utilizado para cortar los barrotes de la celda (probablemente una lima). Los dos reclusos magrebíes están en prisión por delitos contra el patrimonio y pertenecen a la disciplina del módulo 8, dedicado a programas educativos y con rasgos de “buen comportamiento”.