Internet y la irrupción de las redes sociales cambian la fisonomía de la criminalidad. Los delicuentes hallan nuevas oportunidades de negocio en el ciberespacio y usan las nuevas tecnologías como una potente herramienta para la violencia sexual, el acoso, la extorsión y el tráfico de sustancias prohibidas.
Según datos oficiales del Ministerio del Interior, los ciberdelitos crecen año a año en la provincia de Almería. Son esencialmente situaciones recogidas en el Código Penal que, ahora, cambian el espacio físico por el virtual.
El año pasado se denunciaron ante la Guardia Civil, la Policía Nacional y los juzgados 1.300 ciberdelitos. La cifra supone un incremento del 6 por ciento en las infracciones penales respecto a 2016 y un 38 por ciento respecto a 2015.
Esta actividad delictiva se traduce directamente en un elevado número de víctimas. El año pasado se identificaron en Almería 927 víctimas de ciberdelitos, de las cuales 600 están afectadas por diversos tipos de fraude y estafa y unas 200 por amenazas, coacciones y extorsiones de carácter sexual o íntimo.
Perfil
Según un informe sobre la cibercriminalidad en España elaborado por Interior sobre datos de 2017, Andalucía se encuentra a la cabeza de delitos en la Red y en número de víctimas. A través de los datos puede trazarse un perfil prototípico. “La mayoría de las víctimas de ciberdelincuencia pertenecen al sexo masculino (54,5 por ciento), tienen entre 26 a 40 años, y son objeto, principalmente, de los delitos de fraudes informáticos, amenazas y coacciones y acceso e interceptación ilícita”, indica Interior. Sin embargo, si se analiza la distribución global de incidentes conocidos por ámbito y sexo, las mujeres exceden en porcentaje a las víctimas de sexo masculino cuando se trata de hechos relacionados con el acceso e interceptación ilícita, contra el honor, los delitos sexuales y falsificación informática.
Los delitos son muy diversos y reproducen mecanismos conocidos a pesar de usar nuevas tecnologías. Cambia la herramienta, el vehículo utilizado.
La mayoría de los ciberdelitos registrados por el Ministerio del Interior en la provincia de Almería son estafas y fraudes. La extensión del phishing y otros métodos de robo de claves y datos personales ha disparado la cifra de este indicador.
Además, han aparecido con fuerza en los últimos años los delitos vinculados a la libertad sexual, con frecuencia con menores de edad como víctimas de los criminales. Pornografía, inducción a la prostitución, sextorsión y otros ataques copan buena parte de los episodios detectados.
Detenidos
Según un informe elaborado por el Ministerio del Interior en 2017, “los ciberdelincuentes para perpetrar sus ilícitos penales, aprovechan tanto las vulnerabilidades de los sistemas informáticos, como la confianza de los usuarios de dichos sistemas”.
“Los ciberdelincuentes aprovechan las facilidades que obtienen por parte de los usuarios en la red para obtener información, lo cual les puede facilitar la comisión de sus delitos”, insiste.
De la cifra total de detenciones e investigaciones (4.912 en España) efectuadas por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, el 77 por ciento corresponden a personas de sexo masculino, principalmente por la comisión de fraudes informáticos, delitos de amenazas y coacciones y delitos sexuales.
La mayoría de las detenciones e investigaciones de personas de sexo femenino se han llevado a cabo por fraudes informáticos, amenazas y coacciones, y por el delito de falsificación informática.
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