Con solo 30 años, Valero ha llegado a ser diputada de la Asamblea Nacional venezolana por la región más alta del país, Mérida.
Ahora ejerce su cargo en el exilio, organizando a la comunidad en Almería:
¿Cómo acaba una diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela instalada en Almería?
Fui electa en 2015 y, por distintas razones, hoy me encuentro en España. El tema de la persecución, el hostigamiento del régimen de Maduro hace que los venezolanos tengamos que salir, los dirigentes también. Estoy aquí desde hace tres meses.
¿Cómo se queda la situación de su escaño en Venezuela?
En la lista que yo conformo, por el estado de Mérida, hay otro diputado que es mi suplente y allí está él. Y estando lejos, uno no deja de trabajar por su país sin descanso, presionando…
Estamos trabajando todos los diputados que no estamos allí, ayudando con esta presión que se generó y que está llevando a Venezuela a un feliz término.
¿Cómo se vive la situación actual en la comunidad venezolana instalada en Almería?
Con mucho optimismo y muchas esperanzas de que nuestro país va a cambiar. Los venezolanos en el exterior han vivido situaciones muy duras.
No es fácil apartarte de tu país, de tu origen, de tu gente y empezar una vida de cero. Es llegar sin nada y empezar: desde obtener papeles hasta pensar dónde vas a vivir, qué vas comer...
Pero gracias a Dios se ha contado con la colaboración de organizaciones aquí en España que han estado ayudando a los venezolanos.
Es el caso de la Asociación de colombianos Almería Para Todos, que ha ayudado demasiado a los venezolanos, nos han abierto las puertas y todo lo que tienen a su disposición lo han puesto a la orden para nosotros que estamos viviendo un momento difícil.
¿Es grande la comunidad venezolana aquí?
Estamos reagrupándonos todavía. La verdad es que no tenemos una cifra exacta.
Estamos tratando de ver cómo tener una asociación. Pero el día de la concentración de venezolanos en la Plaza del Educador hubo mucha participación, éramos alrededor de unos cien venezolanos. Y estoy segura de que no son todos, porque muchos estaban trabajando y no pudieron estar.
¿Qué les parece la reacción de la comunidad internacional y la de España en concreto tras los últimos cambios en Venezuela?
Ha sido muy positiva. Todo lo que se está haciendo a nivel internacional ayuda y sabemos que Venezuela no está sola como ha estado en los últimos años, cuando nosotros ya decíamos lo que pasaba y se violaban los derechos humanos...
Nosotros ya somos un problema internacional, no solo para America Latina, sino también para Europa. Los pronunciamientos de los últimos días nos llenan de alegría, optimismo y esperanza. Nuestro país va a cambiar gracias a ese ultimátum que le han dado a Maduro.
Como nosotros somos demócratas, sabemos que es a través de unas elecciones democráticas con observadores internacionales como se liberará a nuestro país.
¿Piensan que, si no fuera por el petróleo, la situación de Venezuela les seguiría importando tanto a tantos países?
Yo creo que el tema del petróleo y la riqueza de Venezuela forman parte de esto, pero esto ya es una crisis de valores y una crisis humanitaria que le tiene que importar al mundo.
No es normal que a diario mueran niños por hambre y por falta de medicamentos; no es normal que en un país estemos casi en guerra, porque mueren casi el mismo número de personas que mueren en una guerra; no es normal que un país tenga hiperinflación anual; no es normal que cada dos horas maten a un venezolano en las calles por robarle un teléfono móvil o un paquete de comida como pasó en Mérida; no es normal que un diputado de la Asamblea Nacional hoy esté en la cárcel como es el caso de Juan Requesens; no es normal que asesinen a un concejal torturándolo y arrojándolo desde un décimo piso como el caso de Fernando Albán. Nuestro país no es un pais normal.
Más allá de toda la riqueza, la comunidad internacional está a favor de defender los derechos humanos en mis país.
¿El chavismo tenía que haber muerto con Hugo Chávez?
Chávez marca un hito en Venezuela: la división más grande de la historia del país. Dividió familias, dividió un país…
Pero doy gracias a Dios porque esas mismas personas que se dividieron hoy estamos remando hacia una misma dirección, que es que en Venezuela haya libertad.
Para Maduro, ¿amnistía o justicia?
La Justicia se va a encargar de él. Porque los crímenes de lesa humanidad cometidos, el narcotráfico... Para todo eso tiene que haber justicia. Yo no soy quién para juzgarlo, de eso se encargará la Justicia.
¿Cómo es en la cercanía el joven presidente de la Asamblea Nacional que ha asumido la presidencia del país, Juan Guaidó?
Es un joven que viene de la lucha estudiantil. Tiene 35 años, yo 30, comprometido con el país, con el cambio y con ansias de libertad.
Yo decía anoche sobre él que, con tanto optimismo con el que él ha asumido esto y con tanta coherencia y disciplina, ha sido capaz de sembrarle tanta esperanza a los venezolanos.
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