Tareas pendientes con la ciudad que hereda el Gobierno de Moreno y Marín

Con la llegada del nuevo Gobierno a la Junta de Andalucía son muchos los que han decidido comenzar a repasar la lista de reclamaciones que desde hace años se le han ido realizando al Ejecutivo andaluz desde la capital almeriense, sobre todo en lo que a infraestructuras o proyectos que se tienen que elaborar de manera conjunta entre Ayuntamiento y administración autonómica se refiere.

En este repaso hay reclamaciones en todas las áreas pero quizá, la que más elementos se va a encontrar sobre la mesa, es la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio que dirige la popular Marifrán Carazo.

Sin duda el primero de los temas de la amplía cartera de los asuntos pendientes es la aprobación del Plan General de Ordenación Urbanística. Hasta ahora con los sucesivos ejecutivos andaluces, a pesar de que se lleva trabajando en ello desde el año 2004, no han dado el visto bueno a un planeamiento que ha ido cambiando su previsión de crecimiento conforme la crisis económica fue haciéndose más importante.

Los últimos problemas para la aprobación de este plan llegaron en materia de agua, tanto por la obligación de poner en marcha más bastidores de la desaladora como por las ramblas del término municipal. Pero sobre todo, el problema se ha centrado en la ausencia de un estudio de alternativas de crecimiento que era necesario en cumplimiento de una directiva europea, que la administración autonómica no había solicitado y que tras la sentencia contraria al planeamiento de Marbella por este motivo, frenó el plan hasta el punto de aprobar una adaptación del PGOU del año 98. Ahora toca volver a sentarse a negociar entre ambas instituciones.

Carreteras

Ciertamente la aprobación del nuevo PGOU es un tema fundamental pero no el único que tiene en cartera esta Consejería. Así Marifrán Carazo y el delegado que se elija para el ramo, tendrán que lidiar con la realización de la vía rápida desde la A92 hasta la capital que conectaría la autovía con la parte norte de la ciudad en la que ya se ha abierto el nuevo centro comercial. Este proyecto, que lleva rondando y acordado entre los ayuntamientos de Almería, Viator, Huércal de Almería y la Junta desde 2006, ya consiguió fondos europeos para su redacción el pasado año y ahora toca terminar de cerrar con el Gobierno central el trazado para que la conexión entre la A92 y la A7 que les corresponde hacer no choque con lo previsto para esta carretera que liberará de tráfico a la A-1000, algo que ya ocurrió hace unos años y que frenó en seco ambos proyectos.

En materia de movilidad lo cierto es que las relaciones en los últimos años entre Ayuntamiento y Junta han sido diferentes según el proyecto.

Plan Ciclista

Así para la realización de los itinerarios ciclistas hubo acuerdo aunque quedan algunos tramos pendientes. En lo que no ha habido acuerdo es en la gestión del Consorcio Metropolitano de Transportes y la puesta en marcha de la tarjeta única en la ciudad.

Se alcanzó un acuerdo en Almería con respecto a lo que debería pagar la administración andaluza a la local pero éste se paró en Sevilla al considerarse que debía abonarse lo mismo a todos los ayuntamientos. Desde entonces hasta hoy ambas partes se han culpado de la falta de acuerdo con solo una realidad, la tarjeta no funciona en el lugar que debería ser el epicentro del consorcio, la capital.

Ciudad

En lo que se refiere a temas de ciudad puramente, son muchos los proyectos iniciados y que  tiene que zanjar el nuevo Gobierno de Partido Popular y Ciudadanos. Así hay que concluir la Plaza Vieja determinando la futura urbanización y el posible traslado o no del Monumento de ‘Los Coloraos’. Hay que continuar con los planes de vivienda en los barrios de El Puche y La Chanca, marcar el futuro del edificio de El Patio en Pescadería que actualmente se encuentra fuera de los planes concertados con el Estado porque no hubo solicitud municipal, y culminar todo lo pendiente al entorno de San Cristóbal.

Pero dos son los temas a medio y largo plazo en los que la nueva administración autonómica tendrá que marcar su postura. El primero de ellos es el proyecto puerto-ciudad en el que participa la Junta de Andalucía pero de modo casi testimonial ya que, de momento, nunca ha comprometido partida económica alguna para el desarrollo del plan que se decida para conectar el centro de la ciudad con el mar.

El segundo de los proyectos es el futuro soterramiento de las vías del ferrocarril y la llegada de la alta velocidad. No hay que olvidar que la Junta es parte de la sociedad ‘Almería Alta Velocidad’.

Las ‘peleas’ por las playas o patrimonio, sobre la mesa

Pero no solo de infraestructuras vive la relación de la administración local y la autonómica. Así en materia medioambiental está pendiente el encontrar una solución definitiva a la ubicación de los chiringuitos, y la realización de actividades culturales en la playa que el pasado año enfrentaron a la Concejalía de Cultura tanto para el concierto de Lori Meyers o el Coolturalfest con la Delegación de Medio Ambiente.

Con menos vistosidad, por lo antiguo de la polémica, sigue en cartera el determinar quién y cómo debe cuidarse el Parque del Boticario. Durante años quiso mantenerlo la Junta sin darle el mantenimiento al Ayuntamiento, y cuando la administración autonómica decidió traspasar su cuidado, fue la institución local la que ya no quería.

En materia turística el Plan de Grandes Ciudades aprobado y financiado con 5 millones de euros, que se aportan a partes iguales entre ambas instituciones, tiene que realizarse ya con este nuevo gobierno y de la mano de su nuevo consejero, Juan Marín.

Muchas de las actuaciones se encuentran directamente ligadas a la Consejería de Cultura que depende actualmente de Patricia del Pozo y que tendrá que decidir sobre el futuro de las cuevas del Mesón Gitano así como sobre el proyecto de musealización del mismo, o sobre la aportación que se va a realizar desde la administración autonómica a la Orquesta Ciudad de Almería, a la Feria del Libro, al Festival de Flamenco o a las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro. En los últimos tiempos la colaboración entre las instituciones en estos proyectos culturales de la ciudad había sido casi nula perjudicando, en gran medida, el buen desarrollo de las actividades.

Patrimonio

Ni que decir tiene que ambas partes tendrán que sentarse para hablar del futuro de La Alcazaba y su entorno. Primero por las obras que está realizando el Ayuntamiento de Almería en este espacio, y después porque tras años de protestas populares y naranjas sobre el estado de conservación del principal bien patrimonial que tiene la ciudad, habrá que analizar las aportaciones que se le brindan al monumento.